Los años 90, durante el gobierno de Carlos Menem, y los últimos 4 años, durante el gobierno de Mauricio Macri, tuvieron algunos aspectos en común en materia laboral: creció fuerte la desocupación.

En 1995 llegó a haber en Río Cuarto un 20 por ciento de desocupados. Este año el pico superó el 8 por ciento.
 
En una ciudad comercial, se produjo el cierre de negocios y los jóvenes que entraban en el mundo laboral tuvieron escasas posibilidades. También por estos días, el panorama resulta similar por la caída de la actividad económica.
 
También en los 90 aparecieron los remises y hoy aparece como fuente laboral las cadeterías. En ambos casos, hay fuertes pérdidas de derechos sobre jornadas laborales, vacaciones, días de descanso, aportes sociales y jubilatorios.
 
Jorge Soria es remisero desde hace 24 años, apenas tres años después de que aparecieran los remises en esta ciudad. Soria se sentó en uno de ellos como chofer en el año 1995.
 
Un cuarto de siglo después, un trabajador de delívery de Pedidos Ya, cuenta cuál es la seducción del nuevo trabajo, aunque reconoce que las condiciones de precariedad se dan también en no reconocer días de descanso, ingresos y otros tantos aspectos.
 
Los modelos que flexibilizan trabajos dejan sus secuelas sociales profundas y los testimonios de esta ciudad dan cuenta de ello.

Informe de Javier Lucero