El papa Francisco instó hoy a los gobiernos a sacar a migrantes y refugiados de los centros de detención, argumentando que muchos se han convertido en "campos de concentración".
Durante una visita a una basílica de Roma, donde se reunió con migrantes, Francisco relató su visita a un campo de refugiados en la isla griega de Lesbos, el año pasado.
Allí conoció a un refugiado musulmán de Medio Oriente que le contó cómo "los terroristas llegaron a nuestro país". Los islamistas habían cortado la garganta de su esposa cristiana porque se negó a arrojar su crucifijo al suelo.