Rodolfo Arruabarrena se cruzó con Boca en un momento donde el Xeneize necesitaba un cambio de aire. Uno de sus mentores, Carlos Bianchi, no la estaba pasando bien al frente del equipo es por ello que Daniel Angelici decidió despedir al Virrey como entrenador. Pero bajo su manga ya tenía el nombre para la sucesión: el Vasco.

Así fue como el 31 de agosto de 2014, el ex jugador Xeneize se hizo cargo del primer equipo debutando ante Vélez en la Bombonera. Fue una gran victoria por 3-1 donde el equipo mostró otra cara de lo que venía jugando.  

En ese campeonato dirigió quince encuentros con ocho victorias, cuatro empates y tres derrotas. Apenas pudo luchar el Torneo Transición 2014. Pero durante esos meses recibió un fuerte golpe: perdió la semifinal de la Copa Sudamericana ante River.

Cuando parecía que pisaba en arenas movedizas, el 2015 todo cambió. Boca empezó pisando fuerte en el torneo de 30 Equipos y la Copa Libertadores. Se mantuvo invicto durante la primera vuelta con buenas victorias, sin embargo en mayo recibiría se segundo golpe.

Por lo octavos de final de la Copa Libertadores, River volvió a eliminar a Boca en el gran objetivo azul y oro y otra vez los fantasmas empezaron a volar por la Bombonera. Luego de la Copa América, el equipo de la Ribera comenzó con algunas dudas pero logró enderezar el rumbo y terminó quedándose con el título, el primero del Vasco en su cuenta personal.

Pero tenía un último objetivo: la Copa Argentina. En una final muy polémica ante Rosario Central terminó imponiéndose 2-0 y así conquistó el segundo trofeo.

Luego de eso llegó el receso y los partidos de verano fueron una película de terror para Arruabarrena. Apenas ganó un amistoso ante Emelec de Ecuador en San Juan. No pudo ganarle a River ningún partido, cayó ante Racing.

El nuevo Torneo de Transición 2015 inició con un pálido empate ante Temperley, perdió ante Atlético de Tucumán y se quedó con las manos vacías ante la Academia. Solo le ganó a San Martín de San Juan (1-0) y Newell´s (4-1).

El Vasco se va con un 69 por ciento de efectividad luego de 73 partidos dirigidos con 47 triunfos, 12 empates y 14 derrotas. Aunque nunca puedo ganarle a Racing ni San Lorenzo. Consiguió victorias ante River e Independiente, pero en las grandes citas siempre algo le faltó.

Ya es tarde y Boca comienza a nadar en un océano de dudas.