Mientras Mercedes sigue dominando la Fórmula 1 (hoy logró el 1-2 en el Gran Premio de China), sus pilotos sumaron un cortocircuito más a su tensa relación. ¿Qué sucedió? Tras la carrera en esta ciudad, Lewis Hamilton y Nico Rosberg se cruzaron declaraciones poco amistosas.

En conferencia de prensa, el británico explicó que había ralentizado su velocidad en el tramo medio de la prueba para conservar sus neumáticos. Esto fue lo que generó el enojo de Rosberg. "Es interesante escucharte decir, Lewis, que estabas pensando sólo en ti mismo con tu ritmo", ironizó el alemán.

"Eso perjudicó innecesariamente mi carrera", explicó Rosberg, que terminó la competencia en segundo lugar. "Sebastian estaba cerca sin necesidad. Y además eso me costó mucho tiempo porque tuve que cubrirlo, y mis neumáticos se degradaron al final de la carrera porque mi tanda fue mucho más larga. Así que no, no estoy feliz con eso, por supuesto", argumentó.

La respuesta de Hamilton no se hizo esperar. "Mi tarea no es preocuparme de la carrera de Nico. Mi tarea consiste en dominar mi auto y llevarlo lo más intacto y rápido posible a la meta. Y eso hice", sostuvo el actual campeón de la Formula 1, que hoy ganó la competencia número 35 de su carrera.

"No hice nada intencionalmente para ralentizar a ningún coche por detrás. Sólo estaba centrándome en mí mismo. Si Nico hubiera querido pasar, podría haberlo intentado, pero no lo hizo", agregó.

El jefe de motores de Mercedes, Toto Wolff, trató de minimizar el incidente.
"Es comprensible que Nico reaccionara de forma tan emocional. Y también es comprensible que Lewis haya corrido así", dijo el austriaco. "Puedo ponerme en la piel de ambos. No hubo ninguna animosidad", apuntó.