Unos 3000 asirios dejaron sus hogares tras el secuestro de 150 cristianos a manos de jihadistas.
Unos 3000 civiles asirios, un grupo étnico de credo cristiano, abandonaron sus hogares por el ataque de los jihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en la provincia siria de Al-Hasaka, en el norte de Siria.
El vocero de la Organización de Asistencia de la Iglesia Asiria del Este, Joseph Haweil, destacó que los civiles asirios huyeron de sus pueblos de origen por la amenaza jihadista. Unas 600 familias buscaron refugio en la catedral de Santa María en la ciudad de Al-Hasaka, mientras que otras escaparon a la localidad de Qameshli, en la misma provincia.
Los milicianos jihadistas irrumpieron el lunes en las aldeas de Tal Shamiram y Tal Hurmuz, entre otras, y secuestraron a decenas de asirios. El número de rehenes se desconoce con exactitud. Para el Observatorio Sirio de Derechos Humanos fueron 90 los secuestrados, pero fuentes asirias elevaron la cifra a 150. Entre los secuestrados hay mujeres y menores de edad.
Antes del inicio del conflicto bélico en Siria, en marzo de 2011, había alrededor 200.000 asirios en ese país. La mayoría se exilió en países vecinos y en la actualidad quedan en el norte de Siria entre 15.000 y 20.000 miembros de esa comunidad.
PERSECUCIÓN
La minoría asiria se asienta principalmente en la provincia de Al-Hasaka, en el norte de Siria. Desde hace meses son perseguidos por los jihadistas por su condición de cristianos.