El fiscal federal de Córdoba, Enrique Senestrari, es quien está a cargo de la investigación de la banda colombiana que traía personas de esa nacionalidad en condiciones de engaño y las sometía a trabajo clandestino en fábricas organizadas de muebles de baja calidad que se vendía en forma informal en barrios humildes de la ciudad. Vale decir que alrededor de 200 víctimas de esta banda en el país y se han detenido a varias personas en el marco de 80 allanamientos realizados.

En Río Cuarto, Gendarmería se allanó un depósito de esta banda en calle Trejo y Sanabria al 800 donde funcionaba una especie de carpintería.

“Hubo detenciones en la mayoría de las ciudades. Vendían en carritos y vendían por los barrios a la gente y a cambio les daban boletas informales donde anotaban deuda y datos del deudor”.

Según confirmó el fiscal, la mayoría de las personas traídas desde Colombia era gente joven, grupos familiares y menores que fueron registrados trabajando.

“Algunos venían en ómnibus y otros en avión. Los distribuían en el país en función de los lugares. Les pagaban monedas y se terminaban endeudaban en su alquiler, los pasajes”.

Senestrari comentó que los integrantes de esta banda en algunos casos les retenían la documentación a las víctimas  o bien, éstos últimos tenían la visa de turista vencida o estaban tramitando la residencia.

“Es una manera de esclavitud muy sutil ya que hay casos de extrema pobreza, personas sin medios para defenderse, sin conocer la cultura del país en el que habita. Son personas en situación de extrema vulnerabilidad”.

En tanto, el fiscal comentó que se han secuestrado 200 mil pesos a uno de los cabecillas y dijo que hay argentinos involucrados en esta banda.

Al ser consultado acerca de cuál será el destino de las personas de nacionalidad bolivianas que han sido liberadas de esta banda. “Las víctimas son personas libres y ellos deben decidir qué hacer. El estado debe asistirlos, tanto si se quedaban en Argentina como si se vuelven a Colombia”.

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Fuente: Informe 16 – Staff LV16.com