Unas 75 grandes ciudades de 22 provincias, 100 llamadas telefónicas a poblados pequeños de todo el territorio nacional y comunicaciones directas con 120 radios de poblaciones de menos de 50.000 habitantes.

La previsión de la agenda electoral de los próximos meses de Mauricio Macri se parece bastante a una maratón, con un único y principal objetivo: acercarse a los votantes con la propuesta de "lo nuevo" con miras a 2015. Sea como sea, y por el medio que esté al alcance, para llegar a disputar el ballottage presidencial el año próximo.

"La consigna es sumar. Sumar para masificar el discurso y llegar a todos", explican desde el armado nacional de la candidatura presidencial del jefe de gobierno porteño. Rechazan de plano que las recorridas, las llamadas y las conversaciones con radios afecten la gestión en la ciudad. Y son optimistas.

"Nos ha ido muy bien con lo que hicimos hasta el momento. Mauricio está en 20 puntos de intención de voto y crece en todo el país, a la par de Daniel Scioli y Sergio Massa", afirma un dirigente con injerencia en la campaña nacional. En el segundo trimestre del año, y a modo de prueba experimental, Macri hizo 53 "llamadas sorpresa" a pobladores de pequeños pueblos del país, y habló con 62 radios. "En la radio de Virasoro, Corrientes, la gente llamaba y preguntaba el nombre del imitador de Macri que había salido al aire. No podían creer que fuera Mauricio", comentó, risueño, un miembro del armado nacional.

La convocatoria personal se complementa por vía telefónica y redes sociales, tiene un texto claro y conciso. "Hola, soy Mauricio Macri. Quisiera que me cuentes tus problemas y preocupaciones. Si querés que te visite en tu casa o te llame por teléfono, marcá 1", reza el mensaje que, en estos días, escucharon miles de habitantes de todo el país.




La nueva etapa comenzó el sábado, con la instalación en un solo día de 1000 mesas en 100 localidades grandes de 22 provincias de todo el país. ¿Las excepciones? "Capital, porque ya estamos instalados. Y Santa Cruz, porque no hicimos pie ahí todavía", contó uno de los organizadores.

Avellaneda, Quilmes y Berazategui fueron las localidades bonaerenses por las que pasó el jefe de gobierno. "Son bastiones del peronismo. Nos cuesta mucho penetrar allí", reconoce un armador bonaerense en la tercera sección, a cargo del legislador Federico Salvai (cercano a la precandidata María Eugenia Vidal), y el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti.

En la provincia, la grieta con Massa seguirá quedando en evidencia. A la ruptura del diputado provincial Orlando Yans -la semana pasada formó el monobloque Unión-Pro fuera del Frente Renovador- se sumarán concejales que "por goteo" comenzarán a formar bloques macristas en los distintos concejos deliberantes. Ramiro Tagliaferro, concejal de Morón, dejó el FR el miércoles y anunció la conformación de su monobloque. Lo seguirán muchos más, prometen en el macrismo.

Chaco, Corrientes y Entre Ríos serán las provincias que Macri visitará el próximo fin de semana. En las tres, Pro sostiene conversaciones con dirigentes radicales para lograr algún tipo de confluencia. En Chaco, con la intendente de Resistencia, Aída Ayala, y su par de Sáenz Peña, Gerardo Cipollini; en Corrientes, para formar parte del frente que encabeza el gobernador Ricardo Colombi, y en Entre Ríos, donde el candidato propio (el senador Alfredo De Ángeli) negocia en condiciones de ventaja con intendentes y dirigentes de peso de la UCR entrerriana.

¿Qué discurso llevarán Macri y sus candidatos a los lugares que visiten? La idea del cambio y del fin de "treinta años en los que gobernaron los mismos", vinculándolos con el peronismo en sus distintas vertientes, serán el leitmotiv, según comentaron fuentes de Pro. Poca confrontación, mucho llamado al "diálogo" y el llamado a construir un "nuevo país" son otras de las apelaciones que hará Macri, con el objeto de "sumar y sumar" en su batalla por convertirse en "la opción no peronista" para las próximas elecciones.. (La Nación)