Las banderas se multiplicaron, así como los carteles, las caretas y las canciones de una hinchada que le rindió reverencia a su ídolo con un recibimiento en el que dejaron su postura de cara al futuro: la Bombonera pidió por la renovación de Juan Román Riquelme e insultó a la dirigencia, que no da señales de negociación. Fue unánime. En la antesala de Boca-Lanús, se escuchó el clásico "¡Riquelme!", pero también sonó el "¡Riquelme es de Boca y de Boca no se va!", en medio de banderas con el dibujo del Topo Giggio o de agradecimiento para el "10".

Todos gritaron por él. "¡Por favor, clonen a Román!", se vio en otro trapo. Al mismo tiempo, el gran apuntado por el presidente Daniel Angelici. "¡Angelici botón, sos un hdp!", se escuchó, mientras sonaba el himno argentino, en el día de la canción patria.

El vínculo de Riquelme vence el próximo 30 de junio, pero no hay señales de renovación por parte de la dirigencia xeneize. Por eso, el apoyo popular se dio de cara a lo que pudo haber sido el último partido de Román en la Bombonera, el patio de su casa.

Sin embargo, las declaraciones posteriores del 10 fueron claras en un punto: Román seguirá jugando al fútbol.

"La gente a mí me quiere mucho. Nunca podré devolver todo el cariño que me demuestran. Disfruté mucho este partido", arrancó el volante. Y afirmó: "Voy a seguir jugando a la pelota. Aposté con mi hermano que jugaré a la pelota hasta los 40 años. Es un desafío difícil, pero lo intentaré."

Acerca de su continuidad o no en Boca, fue directo: "Tengo contrato hasta el 30 de junio. Después de esa fecha veremos si sigo acá o en otro equipo. Pero voy a seguir jugando, no tengo dudas".

Sobre el final del diálogo con Fútbol para Todos, el 10 dijo: "Tendré que pensar mucho si sigo jugando acá o en otro lado".

Y se fue revoleando su campera por arriba de la cabeza, mientras toda la Bombonera lo ovacionaba, al grito de "Riquelme es de Boca y de Boca no se va".