Fiscales interrogaron el martes al líder de la centroderecha italiana Silvio Berlusconi por acusaciones de haber pagado 750.000 euros para comprar el silencio de gente que sabía que contrató prostitutas.
 
El interrogatorio se centró en un caso en el que se supone que el magnate de los medios de 76 años fue víctima de extorsión por parte de tres ex asociados, dijeron fuentes de la Fiscalía.
 
Uno de esos asociados, el empresario Gianpaolo Tarantini, está acusado de proveer prostitutas para fiestas en la mansión privada de Berlusconi en las afueras de Milán.
 
Los fiscales de la sureña ciudad de Bari también acusan a Berlusconi de "inducir a dar falso testimonio" pagándole dinero a Tarantini, su esposa y a su ex socio político Walter Lavitola.
 
Berlusconi, cuyo partido juega actualmente un rol vital para la supervivencia de la coalición de gobierno del primer ministro Letta, ha visto crecer sus problemas legales en las últimas semanas.
 
El lunes, fiscales en Milán pidieron una pena de seis años de prisión por cargos de abuso de poder y por pagar por sexo con una menor de edad. La semana pasada, perdió una apelación contra una sentencia de cuatro años por fraude fiscal.
 
El veredicto en el caso sexual en Milán se conocería en junio, mientras que Berlusconi ha lanzado una segunda apelación en el caso de fraude fiscal.