El tema se comenta, en voz baja, en los más encumbrados y diversos círculos políticos: entre legisladores en el Congreso, en despachos judiciales, incluso entre diplomáticos extranjeros. Cunden las especulaciones y un mismo interrogante: ¿avanzará el kirchnerismo este año en su iniciativa de elegir en 2015, en forma simultánea con la fórmula presidencial, a los legisladores argentinos que deben integrar el Parlamento del Mercosur ? Y si fuera así, ¿será Cristina Kirchner u otro dirigente oficialista de renombre -y, por qué no, que porte el apellido Kirchner- el que encabece aquella lista?

Las suspicacias comenzaron a agitarse cuando dos diputados del más puro cuño oficialista presentaron sendos proyectos para que, efectivamente, el año próximo coincidan los comicios presidenciales y legislativos con la elección de los parlamentarios del Mercosur. Uno de ellos corresponde a Andrés "el Cuervo" Larroque, jefe de La Cámpora, y el otro a Jorge Landau, apoderado del PJ y orfebre de las más intrincadas maquinaciones electorales del oficialismo.

Las iniciativas, si bien tienen matices que las diferencian, exaltan un denominador común: proponen que la elección de los futuros legisladores del Parlasur sea por distrito único, es decir, con una lista única propuesta por cada competidor, en todo el país. El mismo método que la presidenta Cristina Kirchner había propuesto para la frustrada integración de miembros del Consejo de la Magistratura, proyecto que fue volteado luego por la Corte Suprema. En aquella oportunidad, la oposición lo había objetado no sólo por inconstitucional, sino por esconder la pretendida intención de traccionar, con una lista única en todo el país, a los candidatos oficialistas en las elecciones del año pasado.

¿Es que el Gobierno vuelve otra vez a la carga, esta vez con la excusa de la elección de los parlamentarios del Mercosur? El cargo resulta por demás tentador, ya que los futuros representantes regionales gozarán de amplias prerrogativas e inmunidades. Así lo dispone el artículo 12 de la ley 26.146, que ratifica el Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur, aprobada en septiembre de 2007: allí reza que "no podrán ser juzgados, civil o penalmente, en el territorio de los Estados partes del Mercosur en ningún momento, ni durante ni después de su mandato, por las opiniones y votos emitidos en el ejercicio de sus funciones".

Este concepto es respetado en ambos proyectos oficialistas. Es más, el de Larroque establece que los futuros parlamentarios del Mercosur gozarán de las mismas prerrogativas que los diputados nacionales en lo concerniente a "inmunidades parlamentarias, regímenes remuneratorios, laborales, previsionales y protocolares".

Lo también atractivo de esta cuestión es que la delegación completa de la Argentina, según el Protocolo del Mercosur, deberá tener 43 miembros elegidos por voto directo de sus ciudadanos. A Paraguay le corresponden 18 miembros (el único país que ya los eligió, en 2008), 18 a Uruguay, 75 a Brasil y 33 a Venezuela. Larroque propone que en las elecciones de 2015 se elija la delegación argentina completa.

MÁS DUDAS QUE CERTEZAS

En el mundillo político, los proyectos de Landau y Larroque despertaron todo tipo de especulaciones.

"Obviamente que [los kirchneristas] buscan ubicar a Cristina Kirchner en esa lista. Y si no, ¿para qué lo impulsan?", especulaba un diputado radical. En el Frente Renovador también están alertas. "Que Larroque y Landau hayan presentado estos proyectos no es inocente", murmuró un encumbrado dirigente massista. Olvidó un detalle: el proyecto de Larroque cuenta, además, con las firmas de la cúpula kirchnerista en la Cámara baja, empezando por su presidente, Julián Domínguez, secundado por Eduardo "Wado" De Pedro, Diana Conti y la tropa camporista.

En el oficialismo relativizan el peso político de ambas iniciativas.

"No hacemos otra cosa que cumplir la ley, que nos apura a que elijamos a los parlamentarios del Mercosur -dijo Landau a LA NACION-. De hecho, yo presenté el proyecto en 2010 y lo vuelvo a presentar ahora porque caducó. La idea es dejar armado el régimen para que después el Poder Ejecutivo decida si corresponde la utilización en 2015."

"Hasta ahora no recibimos ninguna instrucción para motorizar los proyectos -indicó otra fuente oficialista-. Cristina ya nos dijo que ella no quiere competir el año próximo. «No cuenten conmigo», nos avisó."

Otro dirigente del peronismo disidente, bien informado en las cuestiones diplomáticas regionales, también puso en duda que la Presidenta quiera competir como parlamentaria del Mercosur el año próximo. "En algunas embajadas me preguntaron sobre el tema, pero yo me jugaría a que Cristina va a buscar la presidencia de la Unasur, como Néstor", lanzó.

Un juez electoral, que también sigue la cuestión muy de cerca, le dio una dimensión de mucho menor vuelo. "Estos proyectos no pretenden otra cosa que crear 43 cargos nuevos con inmunidad y prerrogativas parlamentarias. Va a servir para proteger a algunos de la Justicia, para agradecer a otros por los servicios prestados... En fin, se trata ante todo de una herramienta política que la Presidenta puede utilizar eventualmente para una postulación personal. Todo dependerá de cómo corran los aires electorales el año que viene", razonó.