Lo dijo el Padre Gabriel Rodríguez Martina quién remarcó que la familia que tiene un hijo adicto no sabe qué hacer, dado que en el ámbito privado es muy costoso el tratamiento y el público está desbordado.
“La familia ocupa un lugar importante, por los graves problemas que trae tratar a un chico con adicciones”, señaló Gabriel Rodríguez Martina.
El sacerdote que está a cargo de la parroquia de San Pantaleón puntualizó que con el tema adicciones “estamos en deuda”, y que en el barrio la mayoría de los jóvenes estudia y trabaja, pero hay un grupo que quedó fuera del sistema.
El Padre destacó como noticia positiva que 70 chicos que no trabajaban ni estudiaban ahora esta terminando la escuela en un programa especial de contención educativa.
“70 chicos, entre 14 y 17 años que estaban en la calle hoy nosotros los tenemos estudiando”, resaltó el sacerdote.
En otro orden, el sacerdote dijo que aumentó la demanda social porque cuando él se hizo cargo de la Parroquia San Pantaleón, asistía a 90 familias y hoy lo hace a 248.