Juan Martín del Potro no desplegaba su mejor nivel, y se notaba. Su revés a dos manos lo ahorraba como si se tratara de oro puro. Cada golpe le costaba un puntazo de dolor. Finalmente, en la primera rueda del ATP de Dubai, el tandilense abandonó y se agitaron viejos fantasmas. Aquellos que lo visitaron cuando sintió la misma molestia pero en su otra muñeca. Una operación con el doctor Richard Berger lo terminó resolviendo. Ahora es la izquierda y la angustia vuelve.

En una carta abierta que publicó en su perfil de Facebook, Delpo agradeció "de corazón las muestras de apoyo", y afirmó que "hará ejercicios de rehabilitación", y que luego se evaluará "los pasos a seguir". Es decir, por ahora, no habrá operación. El doctor Berger nuevamente será su guía.

"Sin dudas, es un momento triste para mí", dice el tandilense en la carta. Pero aclara: "Tampoco es la primera piedra que encuentro en el camino durante mi carrera. Si hay algo que aprendí es a levantarme cuando me caigo", aseguró. "Es frustrante no poder jugar como podría hacerlo si estuviera sano", cuenta en otro pasaje. Por ahora, Del Potro seguirá la rehabilitación que le recomiendan. Sabe que el camino para jugar en su mejor nivel puede ser largo, y para este tenista, que es top 5 y que después de ganar el US Open en 2009 sus aspiraciones eranllegar a ser el mejor del circuito, lo mejor será mantener la calma y no desesperarse..

La carta completa

"Primero que nada quería agradecerles de corazón las muestras de apoyo que llegan de todo el mundo. Sin dudas, es un momento triste para mí. No es lo que estaba en los planes cuando hice la dura pretemporada de diciembre y me ilusionaba con la chance de acercarme a los de arriba, pero tampoco es la primera piedra que encuentro en el camino durante mi carrera. Si hay algo que aprendí es a levantarme cuando me caigo.

El problema en la muñeca ya me tiene intranquilo desde hace dos años, con altos y bajos, pero siempre con el apoyo de mi equipo de trabajo, mi familia, mis amigos y por supuesto, ustedes que siempre están ahí en las buenas y en las malas. Pese a este problema y a perderme Roland Garros por un virus, hice buenos torneos y pude igualar mi mejor ranking histórico, pero es frustrante no poder jugar como podría hacerlo si estuviera sano.

Obviamente tengo plena confianza en mi doctor, Richard Berger, quien encontró la solución para la lesión en la otra muñeca en 2010. Ahora seguiré con sus recomendaciones y haré los ejercicios de rehabilitación que me sugirió, y luego evaluaremos los pasos a seguir."