Un verdulero vende su local tras los constantes robos en los últimos meses
- 30/01/2025 10:47 hs
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La víctima de robo, un verdulero que tiene su local en Hipólito Yrigoyen 32 y trabaja para arreglar la vidriera, la puerta y el aire acondicionado. Cada vez que sufre un acto de inseguridad, debe reparar su puerta de vidrio de más de 30 mil pesos.
Sebastián
El verdulero, que lleva ocho años trabajando en el mismo local, comparte compartió su triste realidad de cómo la inseguridad ha afectado su actividad diaria: “Ahora se han levantado los asentamientos que teníamos acá cerca. Entonces, no hay tanto movimiento de gente, de otro barrio”, contó. Sin embargo, aunque se ha reducido el flujo de personas de otros barrios, los robos y los actos de vandalismo continúan siendo una amenaza constante.
En los últimos meses, su negocio ha sido víctima de varios actos de destrucción. “Rompieron las puertas, el aire acondicionado, rompieron todos los caños”, relató. La situación se ha vuelto tan insostenible que, aunque la verdulería aún no ha sido saqueada, los daños materiales son graves.
“Me rompen la cerradura y cada cajita que llevan la puerta vale $25,000 pesos, ahora valen $35,000. La rompen fácil, porque son puertas de vidrio", explicó con frustración.
El daño no se limita a los accesos del local, sino también a la seguridad misma de su negocio. “Tengo un vidrio blindado doble, no se cayó por el vinilo que tiene, sino está todo roto. Si cae eso, ¿qué tengo que hacer? Entregarle al vidriero la verdulería, cerrar e irme a mi casa. Y, además, pagar el alquiler", señaló.
Aunque el verdulero está decidido a no rendirse, la situación lo ha llevado a poner el local en venta.
La inseguridad no se limita a su local; la zona ha sido escenario de múltiples incidentes. “Más los fines de semana, tenés confitería, eventos como hacer la cancha de fútbol, shopping, está todo cerca”, explicó.
Ante la posibilidad de tener que abandonar el local, la incertidumbre sobre su futuro es palpable: “Buscaré otro localcito para seguir trabajando. Quiero hacer lo que me gusta, lo que hice toda la vida”, concluyó. A pesar de todo, la pasión por su trabajo sigue siendo su motor, aunque la situación de inseguridad siga siendo una constante amenaza.