Múltiples han sido las repercusiones de la Feria del Libro de Córdoba que convocó a tanto público y entregó distinciones a los expositores.

En este marco, por el libro “El Velo negro”, la editorial cordobesa Cielo Invertido, recibió por segunda vez la distinción del premio Burnichon al mejor libro editado en Córdoba.

Dolores González Montbrun, es profesora y licenciada en Letras Modernas e integra desde en el año 2019 el proyecto Cielo Invertido Ediciones, que comenzó junto con Flavia Rojas y Nicolás Lepka. El propósito es hacer libros que cobran valor como objetos estéticos. 

En diálogo con Gente Necesaria comentó cómo nació esta idea.

“Empezamos con mucho entusiasmo pensando el libro como un objetivo artístico, más allá de las imágenes y texto que tiene. A veces texto e imagen no se complementan sino que dialogan o se disputan sentidos”, indicó.

Texto, imagen y diseño son las características de esta editorial, según Dolores. “Pensamos los detalles del diseño para que también sumen a los sentidos”, dijo.

Se refirió al impacto que tiene lo digital en la impresión y lectura de libros.

Respecto al premio Burnichon aseguró que fue un grandísimo honor recibirlo. El premio Alberto Burnichon es un premio que otorga la Feria del Libro de Córdoba cada año, de la mano de la municipalidad de la ciudad. “Alberto fue un editor muy importante de nuestra provincia, que publicó a grandes escritores y poetas argentinos, muchos perseguidos en la época de la dictadura”, explicó.
 
El Velo Negro, una historia de reconstrucción del dolor

Es una traducción de una autora francesa que fue un best seller en los 90. La autora Anny Duperey es una actriz bastante famosa y el libro tuvo un gran impacto, e incluso una segunda parte. 

Cuenta su historia personal, la de sus padres que fallecieron en un accidente doméstico cuando ella tenía 8 años al que sobrevivieron ella y su hermana. Anny aseguraba no recordar nada de su vida de niña y luego de la tragedia fue criada por sus abuelos. 

A los más de 30 años encontró con su hermana una caja con negativos de fotografías de su padre, lo reveló y se reunió con fotografías de su familia. Con ellas empiezo a recordar quien eran sus padres y recuerdos porque su mente estaba cubierta de un “Velo Negro”, según manifestó. Tradujo estos recuerdos en un texto que lo llamo “El Velo Negro”, un proceso de duelo y recuperacion de la memoria de las vivencias con sus padres y hermana.