A medida que se reduce la cantidad de argentinos que todavía permanecen varados en el exterior, el Gobierno reforzará las repatriaciones de aquellos lugares donde todavía queda un número mayor de pasajeros que esperan regresar.
Si bien no suspenderá los vuelos a otras regiones de mundo, la Cancillería dispondrá de mayores conexiones con Madrid y Miami, dos ciudades que tras la pandemia se convirtieron en una suerte de hub para los argentinos que habían quedado varados en otras regiones de los Estados Unidos o de Europa.

En lo que queda de mes y los primeros días de julio habrá nueve vuelos, de los cuales seis se concentrarán en esas dos ciudades. Entre hoy y el 2 de julio habrá tres repatriaciones desde Miami en vuelos de Aerolíneas Argentinas y Eastern Airlines, y otras tres desde Madrid, entre hoy y el 1° de julio, con aviones de Aerolíneas Argentinas.

El resto de las repatriaciones proyectadas hasta ahora provendrán de Holanda, México e Italia. En los últimos días hubo regresos desde Brasil y Bolivia. El Gobierno anuncia vuelos semanalmente y asegura que se "continuarán coordinando los vuelos especiales de carácter humanitario para que pueda regresar al país todo aquel que desee hacerlo hasta que se normalicen los vuelos comerciales", al tiempo que se dispondrá de asistencia alimentaria, sanitaria o de alojamiento para aquellos que no pueden mantenerse por sus propios medios.
Actualmente, ya volvieron al país más de 27.000 personas. En unos 130 vuelos regresaron 22.000 pasajeros, mientras que el resto lo hizo en ómnibus. Los datos fueron especificados por la Cancillería en el informe de gestión que defendió el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el Congreso el jueves último.
Ya no quieren volver
Al mismo tiempo, la Cancillería detectó en las últimas semanas una disminución de la cantidad de argentinos que regresan al país. La reapertura de las economías de otros países a medida que ceden los contagios hizo que decenas de varados cambiaran de opinión y optaran por quedarse en el exterior pese a que habían manifestado la voluntad de volver.
Los cambios de opinión se evidenciaron en la llegada de vuelos incompletos, cuando al principio de la pandemia la cantidad de asientos no era suficiente para traer a todos. Uno de los últimos aviones que provino de Nueva York, por ejemplo, llegó con 100 lugares vacíos. Lo mismo ocurrió con un vuelo de República Dominicana, que estuvo a medio llenar, y con otro de Nueva Zelanda, el primer país que declaró superada la pandemia (pese a que esta semana tuvo un retroceso).

En este contexto, la Cancillería dispuso que los argentinos que se habían anotado para ser repatriados pero que finalmente no lo harán completen un formulario que acredite su cambio de opinión.

Según las estimaciones de la cartera que conduce Felipe Solá, la mayoría de los argentinos que permanecen varados ya no son turistas, sino que el grueso se divide entre quienes viven actualmente en el exterior por razones de trabajo o estudio. Algunas de ellas habían solicitado la repatriación al quedarse sin trabajo por el avance de la pandemia.
Según el informe de Jefatura de Gabinete, todavía hay más de 17.000 personas anotadas para volver. Unas 3000 están en condiciones de vulnerabilidad, ya sea económicamente o por integrar el grupo de riesgo frente al coronavirus por su condición de salud.
La programación de los vuelos de repatriación generó malestar entre algunos varados que acusan de abandono al Gobierno, como en Venezuela. Allí todavía hay unos 200 venezolanos que residen en nuestro país que no pudieron regresar en el avión que repatrió a los argentinos que estaban allí. Los varados se organizaron en las redes sociales para hacer llegar su reclamo al ministro. Sin embargo, todavía no hay previstos vuelos hacia desde ese país.

Por: Alan Soria Guadalupe/La Nación