Villa María. Amado Boudou llegó ayer a esta ciudad como titular a cargo del Poder Eje­cutivo, por la operación de la presidenta Cristina Fernández. Con traje de campaña, ante más de 10 mil personas, y con los principales candidatos K cor­dobeses en el estrado principal, el cuestionado vicepresidente descargó duras críticas contra el gobernador José Manuel de la Sota y el postulante del PJ provincial, Juan Schiaretti.

Boudou estuvo acompañado por dos funcionarios influyentes en la cúpula cristinista: el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, el funcionario más poderoso mientras Cristina esté alejada del poder, y el secretario General de la Pre­sidencia, Oscar Parrilli, el hombre que más horas comparte con la jefa del Estado.

Según funcionarios del entorno del intendente villamariense Eduardo Accastello, que Zannini y Parrilli hayan estado ayer en Villa María marcó que para el Gobierno nacional no fue el de ayer un acto más en la campaña cordobesa.

Además, Zannini es oriundo de Villa Nueva y uno de los que más fogoneó la construcción 
del puente colgante que ayer se inau­guró y que une esa ciudad con Villa María. La obra insumió más de 20 millones de pesos que puso la Nación. Y el kirchnerismo le dio un fuerte con­tenido de campaña. Junto a Boudou se sentaron Carolina Scotto y Martín Gill, los primeros candidatos del Frente para la Victoria cordobés.

Accastello fue quien abrió los cuestionamientos al delasotismo. El villamariense le pasó factura al gobernador por haber dicho que la Presidenta había ingresado a Córdoba por el “patio trasero”, cuando aterrizó en Villa María para visitar el valle de Calamuchita, afectado por los incendios.

“No somos el patio trasero 
de Córdoba. Somos el centro progresista que trabaja codo a codo con el proyecto nacional que encabeza la presidenta Cristina Fernández”, bramó Accastello, entre otras críticas (ver El vice casi... ).

Convertido en protagonista inesperado, Boudou vino con un discurso preparado: debía pegarles a los principales dirigentes del peronismo cordobés.

El vicepresidente apuntó al gobernador cuando aseguró: “No es el cordobesismo lo que hará grande a Córdoba, si no sumarse y trabajar con un modelo nacional que cambió el país”, en obvia referencia al “cordobesismo” que inauguró De la Sota cuando ganó las ­elecciones provinciales, palabra que ya archivó.

Alentado por las barras sindicales y de agrupaciones K como La Cámpora y La Jauretche, Boudou se envalentonó y también señaló a Schiaretti. “No hay que olvidarse que de Córdoba salió un secretario de Industria que aconsejaba a las empresas radicarse en Brasil, destruyendo a la industria argentina”, dijo. Schiaretti ocupó durante la gestión presidencial de Carlos Menem.

La respuesta no se hizo esperar. Anoche, Schiaretti le respondió: “Boudou en vez de venir a agredir y dividir a los cordobeses, que aproveche ahora que está a cargo de la Presidencia para pagarnos lo que nos deben de la Caja de Jubilaciones, por el acuerdo que él firmó, y que ya son más de 4.700 millones de pesos”, dijo.

La ausencia de Cristina mermó las expectativas de concurrencia que había despertado el acto villamariense.



Fuente: LAVOZ.com.ar / Julián Cañas