Hilera tras hilera, columna a columna, diseñados por el arquitecto de los arquitectos, la naturaleza, varios pilares basálticos delinean esta cueva marina que el fotógrafo ilumina desde el interior. La precisión natural de las columnas y el eco de las olas han cautivado a los visitantes de esta gruta en las Islas Hébridas desde finales del siglo XVIII.