"Estos escarabajos que bien podrían haber causado la envidia de un faraón" se encontraban entre los 263 artrópodos fotografiados en julio de 1929. "En primer lugar fueron colocados cuidadosamente en un recipiente humidificador para flexibilizar sus delicadas patas, alas y antenas, de tal modo que pudieran “posar” como si estuvieran vivos", se lee en el texto que acompaña la foto publicada.