La inactividad por la cuarentena obligatoria -extendida el último domingo hasta mediados de mayo- profundiza la pobreza en la ciudad.

La situación es palpable en los barrios más vulnerables, especialmente en Oncativo, donde las personas mayores también acuden a las copas de leche a la par de los niños porque se quedaron sin el sustento diario.

Muchos residentes del barrio contaron que están viviendo gracias al cirujeo. Además, reconocieron que reciben ayuda social pero directamente no alcanza.

La situación es crítica para las personas que recogen arena del río para venderlas en bolsas, ya que  al estar paralizada la construcción, las ventas son escasas.

Por otro lado, el riesgo de contagio se amplía porque en el sector los vecinos no utilizan barbijos debido a que tienen dificultades para conseguirlos.