El presidente argentino Alberto Fernández mantuvo este miércoles un almuerzo con Michael G. Kozak, subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano. Se trató de una reunión de casi dos horas que la Casa Rosada calificó como “muy positiva” y donde el enviado del presidente Donald Trump se mostró dispuesto a que los Estados Unidos ayuden a la Argentina en las negociaciones por la reestructuración de la deuda con el FMI; se mencionó la necesidad de reforzar las relaciones bilaterales y también la situación política que vive la región.

Al parecer, el encuentro se dio en un clima de tan buena sintonía que la administración de Trump trasladó a Fernández una invitación para el Gobierno nacional para el 17 de diciembre en Washington y, según un comunicado de la Casa Rosada, “el presidente argentino se comprometió con la presencia argentina en un evento vinculado al petróleo”.

En el mensaje oficial que transmitió la Presidencia, Fernández y Kozak “acordaron crear un sistema de consulta permanente para trabajar coordinadamente entre ambos países, durante el encuentro que se realizó este mediodía en la Casa Rosada”. También se destacó que el funcionario del Departamento de Estado elogió el discurso que el presidente argentino ofreció el martes ante la Asamblea Legislativa y le transmitió los mismos conceptos sobre el “apoyo” para la negociación con el FMI que le había manifestado el presidente Donald Trump durante la conversación telefónica que mantuvieron hace unas semanas.

Según mencionaron fuentes del gobierno argentino que estuvieron en el almuerzo, la reunión de Fernández con el secretario de Estado norteamericano se realizó “en medio de un clima muy distendido y donde abundaron gestos de muy buena predisposición”, indica el portal Infoabe. A la vez, aclararon que durante el encuentro “no se abordó” la decisión de Mauricio Claver, asesor presidencial y director de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, de abandonar el país anticipadamente. Había venido a la Argentina para la jura y se fue antes porque en el recinto del Congreso y en la Casa Rosada dieron amplia recepción al ministro de la dictadura chavista Jorge Rodríguez.
 

El secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental Michael Kozak @WHAAsstSecty se reunió hoy con el presidente Fernandez @alferdez para continuar trabajando en el fortalecimiento de la relación bilateral en temas de interés para ambos países y la región. pic.twitter.com/yb4lNnD0uJ

— EmbajadaEEUUArg (@EmbajadaEEUUarg) 11 de diciembre de 2019

En este sentido, en el Gobierno remarcaron de todas maneras que el Presidente “es dueño de invitar a la Argentina a quien quiera”. Pero se buscó remarcar que este tema no se tocó en el almuerzo de Fernández con Kozack. Este funcionario de la Casa Blanca es el principal asesor de Donald Trump para América Latina y uno de quienes mejor comprenden la región. En la previa, la expectativa de la delegación diplomática de alto nivel era total respecto al encuentro que se desarrolló con el mandatario argentino.

También tras el almuerzo que se realizó en el Salón de Científicos, y al que el Presidente llegó con 20 minutos de demora porque se encontraba saludando a los empleados de la Casa Rosada, se mencionó la decisión de los Estados Unidos de colaborar y “dar apoyo” a la Argentina en su negociación por la deuda con el FMI. Washington tiene un sitial relevante en el directorio de ese organismo internacional y de hecho fue Trump, durante la gestión de Mauricio Macri, quien promovió un préstamo de USD 55.000 millones en tiempo récord.

“Kozak se reunió hoy con el presidente Fernández para continuar trabajando en el fortalecimiento de la relación bilateral en temas de interés para ambos países y la región”, informó la Embajada de Estados Unidos en Argentina, mientras se realizaba la comida en la Casa Rosada este miércoles. De la reunión participaron el embajador en Buenos Aires, Edward C. Prado, el consejero político Chris Andino y la asesora Mariju Bofill. Acompañan al jefe de Estado el canciller Felipe Solá, el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz y Jorge Argüello –probablemente futuro embajador en Washington– . Sin embargo, algo cambió en la comitiva inicial dispuesta por Washington. De ella formaba parte Mauricio Claver, asesor presidencial y director de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental.

Horas previas

Antes del almuerzo en la Rosada, había alta expectativa por el encuentro luego de la decepción por la presencia del ministro de la dictadura chavista Jorge Rodríguez. Claver desistió de asistir a los actos protocolares en el Congreso y en la Casa Rosada y resolvió retornar a los Estados Unidos. Lo decidió luego de conocer la invitación que había sido cursada por la entrante administración argentina a uno de los hombres más importantes del círculo íntimo de Nicolás Maduro.

Fuentes diplomáticas aseguraron que colaboradores cercanos del nuevo ministro de Relaciones Internacionales Felipe Solá habían asegurado a sus pares norteamericanos que Rodríguez no ingresaría al país, añade el mismo medio. Incluso, el entorno del flamante canciller había informado que era otro el “Rodríguez” que asistiría a la jura. Hablaban de Héctor Rodríguez, gobernador de Miranda.

El ministro de Comunicación e Información de Venezuela fue sancionado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y tenía prohibida la entrada a la Argentina luego de que ocho días atrás el Gobierno firmara una resolución conjunta por parte de las naciones miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Junto a él otros 28 funcionarios del régimen –incluido Maduro– tenían la entrada restringida a las naciones que componen el acuerdo. Los delitos imputados a estos chavistas son de lo más variados: desde tortura y violación a los derechos humanos hasta narcotráfico.

La violación de este tratado y la afrenta a Claver generaron decepción no sólo en la delegación de Trump, sino también en otros países que hasta el 9 de diciembre se sentían aliados de la Argentina. Un evidente malestar se extendió por aquellos cancilleres que firmaron el acta el pasado 3 de diciembre y que vieron cómo Buenos Aires incumplía su palabra. “Lo que se firmó era vinculante, no había razón para semejante acto”, dijo un diplomático que prefirió guardar su nombre.

Pero la delegación norteamericana no se detuvo sólo en la llegada de Rodríguez, sino también en los primeros “mensajes” que recibieron por parte de la Casa Rosada en las horas iniciales de su gestión. La primera audiencia privada de Fernández estuvo dirigida al presidente de la dictadura cubana, Miguel Díaz-Canel, con quien se mostró sonriente en las fotografías oficiales. “Durante el encuentro los jefes de Estado destacaron la importancia de incrementar el intercambio de remedios y alimentos, con especial énfasis en medicamentos genéricos destinados a los adultos mayores”, informó el Gobierno a través de un comunicado oficial. Quizás Díaz-Canel quiera implementar el polémico plan de Médicos Cubanos en la Argentina.

Las otras reuniones que llamaron la atención fueron las que llevó adelante Cristina Kirchner junto a los enviados de Rusia y China. Según precisaron fuentes de Presidencia, las mismas tuvieron como objetivo estrechar lazos con ambas potencias. Los encuentros se desarrollaron en el nuevo despacho que la ex mandataria tiene en el Senado. Allí recibió al enviado especial del presidente XI Jinping y vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Arken Imirbaki; al embajador de China en Argentina Zou Xiaoli y a Lan Hu, subdirector general de América Latina y el Caribe de la Cancillería.

En segundo término, la titular de la Cámara alta se reunió con la delegación de Rusia compuesta por el representante oficial del Presidente de la Federación de Rusia y presidente del Comité de los Asuntos Internacionales del Consejo Federal de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia, Konstantin Kosachev; el embajador extraordinario y plenipotenciario de la Federación de Rusia en la República Argentina, Dmitry Feoktistov y Oleg Khodyrev, vicejefe de la Oficina del Comité de los Asuntos Internacionales del Consejo Federal.

Este miércoles por la tarde, Cristina Kirchner también posó sonriente con Díaz Canel. Se reunieron “con el objetivo de estrechar lazos” entre la Argentina y Cuba, informó el equipo de prensa de la presidenta del Senado.

La diplomacia norteamericana estaba confundida respecto a los mensajes que recibieron en las últimas horas. Creen que la política exterior de Fernández podría estar marcada por el acercamiento que mostró con Cuba, Venezuela, China y Rusia, lo que contradice los pedidos de ayuda que han manifestado públicamente y en privado.