Una curiosa y extraña situación se dio en la ciudad con un chofer de remises y un pasajero que llegaba desde Paraná, Entre Ríos.

Ricardo Pérez, remisero en cuestión, circulaba por las calles de su ciudad cuando una persona disfrazada de “diablo” requirió un traslado. El pasajero, identificado como Alberto Giantomassi y oriundo de Villa Valeria, salía de una fiesta de disfraces y pidió ir hasta la terminal para abordar un colectivo con destino a Río Cuarto.

“Empieza como un pedido de auto normal en la calle, (Giantomassi) me pide que lo lleve a donde estaban los colectivos, que sus pertenencias estaban en el colectivo" que debía abordar, cuenta el chofer a LV16.

Sin embargo, cuando llegaron, el colectivo no estaba más. “Me pide si podía seguir al colectivo. En ese transcurso, le pido los datos para corroborar el viaje, de ahí tengo sus datos”, señala Pérez, quien añade que su idea era comunicarse con la empresa para que llamara el vehículo y ver si podía esperar en algún lugar para poder llevar al pasajero.

Pese a los intentos y de también salir a la autopista a ver si se conseguía otro ómnibus, no hubo caso. “Él me decía que no lo deje varado porque no conocía a nadie, que no tenía teléfono para llamar, que estaba sin plata”, cuenta el remisero sobre su diálogo con el pasajero.  

Allí fue cuando surgió la posibilidad de que viajara hasta la ciudad en el remis. “Me dijo que en Río Cuarto tenía un tío y esa persona pagaría el viaje”, dice Pérez.

Casi 500 kilómetros después, llegaron a Río Cuarto y se dirigieron a un domicilio de calle Moreno, donde residía el supuesto tío del pasajero. “Ingresa a la casa, lo atienden en ese lugar, y sale cambiado con short y remera”, relata el remisero.  

Luego del cambio de ropas, Giantomassi aborda otra vez el remis, aunque el chofer necesitaba cargar combustible, por lo que se dirige a una estación de servicio ubicada en calles Maipú y San Martín. Una vez en el lugar, cuando se baja del vehículo para el trámite, el pasajero “desaparece”.

Tras no comprender la situación, el remisero se dirigió nuevamente al domicilio de calle Moreno, donde habla con una persona que finalmente no era el tío del pasajero.

Minutos después, Giantomassi llama por teléfono al chofer y le pide el CBU porque al día siguiente “le giraba la plata”.

“Lo que me urge e hice el viaje fue por el importe. El daño fue que no pude trabajar ese día y el siguiente”, reclama Pérez. El monto del traslado desde la capital de Entre Ríos hasta Río Cuarto es de 15.000 pesos.
 
La respuesta del “diablo”

Este jueves por la tarde, LV16 se comunicó con Alberto Giantomassi, quien señaló que el remisero “lo paseó” por la capital de Entre Ríos, aprovechando su situación de no conocer.

"Yo no le pedí que me lleve hasta Río Cuarto", sostuvo Giantomassi. 

El hombre que participó en la fiesta de disfraces contó que se extravió y que tenía todas sus pertenencias arriba del colectivo que ya se había ido.

Asimismo, aseguró que le va a pagar el viaje “si se puede hablar”, ya que él le dijo con claridad que no podía pagar "12.000 pesos", que es el importe que le pedía el remisero inicialmente. 

Según su relato, cuando llegó a Río Cuarto quiso ir a lo de una tía desde la estación de servicios donde había parado el chofer y cuando volvió "ya no estaba”.

Además, puntualizó que él no quiere estafar a nadie porque le dio todos sus datos. 

Foto portada: Juan Ignacio Pereira - UNO / Imagen de carácter ilustrativo