Walter y Tadeo Juárez dedican su vida a la construcción, aunque sus trabajos tienen una particularidad. En cada obra, ponen un mástil improvisado donde flamea la bandera argentina.  

“Tengo por costumbre desde siempre, clavar una bandera en lo más alto de obra porque soy argentino y me gusta”, contó Walter a LV16.  
Según relató, esa idea surgió de ver construcciones de grandes edificios en otros países donde “todos ponían sus banderas”. “Dije que iba a hacer lo mismo, poner la mía en mi país, ciudad y barrio”, comentó.

Si bien afirmó que trabaja todos los días junto a su hijo desde las 8 de la mañana hasta la noche, el sector de la construcción atraviesa una situación difícil.

“Me pone triste porque vienen tres o cuatro muchachos a pedir trabajo y le tengo que decir que no porque no hay dinero para más gente en la obra”, aseguró Walter.