Noelia Coria, directora general de Bromatología, comentó a Radio Río Cuarto que se realizó un procedimiento de decomisar 900 docenas de huevos que eran un peligro para la salud de la ciudadanía.

Coria dijo que los huevos no tenían ningún tipo de identificación y el transportista, oriundo de Hernando, no había realizado la correspondiente introducción sanitaria en la ciudad.

“Recibimos una llamada de la policía por un reclamo de vecinos del Barrio Abilene por un sujeto que estaba tirando huevos en un baldío.  Nos encontramos con un vehículo que no era de Río Cuarto, que no tenía ningún control sanitario, no tenía habilitación de transporte de sustancias alimenticias, no tenía documentación que brindara el origen de los huevos, ningún rótulo, tampoco certificación de ingreso a la ciudad de bromatología y quien los repartía no tenía una libreta sanitaria, ni uniforme correspondiente”.

Por estas cuestiones el camión fue retenido por el Edecom y se le labraron las actas correspondientes.

Gran parte de estas 900 docenas de huevos de color frescos estaban rotos, por eso los estaban tirando en el lugar donde se encontró al sujeto que transportaba los alimentos.

La fiscalía y el juez determinaron que se decomisaran los huevos porque eran un grave riesgo para la salud público, porque no tenía garantías de que tuvieran los controles veterinarios correspondientes.