Este miércoles, ingresó al Concejo Deliberante dos ordenanzas: por un lado, para brindar un marco regulatorio a las fiestas privadas y clandestinas, por el otro, para habilitar el desarrollo de matinées en los establecimientos bailables mediante la implementación de sistemas de control en la entrada y en el expendio de alcohol.
 
El secretario de Gobierno, Mauricio Dova, manifestó que las iniciativas se vienen gestando con un trabajo de 60 días, junto a los organismos municipales de control, el Consejo Consultivo Joven y los propietarios de los boliches y bares.
 
Acerca de la normativa para regular las fiestas clandestinas y privadas, afirmó que se generaron mecanismos de sanción para hacer efectiva la aplicación de multas monetario. Indicó que, con anterioridad, las actas de infracción no tenían efecto ya que no existían “responsables” de estos eventos.
 
Informó que, a partir de la sanción de la legislación, se les aplicaría una importante multa monetaria a los organizadores del evento y, en segundo término, al propietario del inmueble donde se realiza la fiesta. Agregó que los inspectores utilizarán diferentes medios digitales para evidenciar si hubo o no una celebración clandestina.
 
Con respecto a la segunda ordenanza, explicó que los primeros bocetos no contemplaban otros elementos generados por los jóvenes para divertirse, como los comportamientos atribuidos a otro patrón etario. Señaló que la nueva legislación permitirá el desarrollo de eventos (para los chicos de 13 a 16 años, por un lado, y por el otro para jóvenes de 16 a 21) donde habrá controles en el ingreso y en el expendio de alcohol.
 
Detalló que las fiestas matinée, para los adolescentes de 13 a 16 años, comenzarían a las 22 y finalizarían a las 2 de la mañana, con el cierre de ingreso a las 23, según lo detalla el proyecto actual. Agregó que para los menores se podría implementar un novedoso sistema de control donde los padres autorizarán el ingreso de sus hijos a esta clase de eventos.
 
Por último, destacó que la regulación será para todo tipo de fiesta privada, indistintamente de los “afters” o fiestas después de hora. Expresó que las dos iniciativas estarán sujetas a cambios y debate por parte de los ediles de las comisiones correspondientes.
 

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Prensa

La noche de los jóvenes
En rigor, las modificaciones a la ordenanza 609/14 proponen, por un lado, la creación en espacios nocturnos de eventos exclusivos para jóvenes de 13 a 15 años inclusive, cuya duración será desde las 22 hasta las 3 hs. del día siguiente, debiendo cerrar el ingreso a las 23. Estará prohibida la venta de bebidas alcohólicas.
Por otro lado, se prevé la conformación de un registro de habilitación especial para mayores de 16 años, el cual permitirá que los jóvenes mayores de esa edad puedan ingresar a los locales de espectáculos públicos reservados para mayores de 18 (siempre que la edad máxima de admisión sea de 21 años) si cuentan con una autorización de sus padres o tutores expresada en ese registro. Esta disposición tendrá validez solo en los locales nocturnos cuyos propietarios manifiesten su voluntad de adherir a ella.
Asimismo, se prohíbe el funcionamiento de espectáculos públicos entre las 6 y las 12 hs., y se establece que las 3 de la mañana sea el horario máximo de ingreso a todo local bailable.

Fiestas Clandestinas
En tanto, el otro proyecto propone un marco regulatorio de las fiestas privadas con el fin de que “esos eventos cumplan con todas las normas de seguridad”. En ese sentido, Dova explicó que “se organizan fiestas en quintas o en espacios similares, sabiendo que no están habilitados y que no cumplen con las normas que fija el Código de Espectáculos Públicos”. “No estamos prohibiendo fiestas, las estamos regulando para que no haya problemas con la diversión de los menores”, dijo.
En ese sentido, “los propietarios de establecimientos, casas, quintas, u otro tipo de inmuebles donde se realicen fiestas privadas de carácter privado (…) y en las que se reúnan al menos 30 personas”, deberán solicitar autorización con una antelación no menor a diez días.
En ese marco, el Secretario de Gobierno informó que “en todos los casos donde se detecten irregularidades se van a aplicar duras sanciones a los dueños del inmueble o al organizador”. Cabe resaltar que las irregularidades están vinculadas a “la presencia de menores, molestias ocasionadas a vecinos, o expendio de bebidas alcohólicas”, entre otras. Los montos de las multas oscilarán entre los 200.000 y los 240.000 pesos.

El rol de la familia
En la ocasión, Dova manifestó que la intención principal de los proyectos es “generar lugares seguros para la recreación de los jóvenes”, y que “el rol de la familia es clave”. “El debate debe ser serio y responsable para llegar a una legislación que permita actuar y proteger a los menores cuanto antes”, afirmó. “Tiene que existir un compromiso del Estado y de los empresarios, pero sobre todo de la familia, que tiene que ser la primera interesada en saber dónde están sus hijos durante la noche y en qué situación de diversión”, agregó.