El Padre Darío Pérez, coordinador de la Pastoral de Adicciones, dialogó con Gabriel Martella y Julián Colombo en Micrófono Abierto, donde planteó que la realidad del consumo problemático y las adicciones es una cuestión social.
El sacerdote comentó que en la Diócesis local hace poco se trabaja como equipo, “brindamos capacitaciones a la gente de la pastoral y a parroquias del interior, buscamos formar equipos parroquiales para dar respuestas desde la escucha y el acompañamiento a la familia”.
El Padre Pérez expresó que la situación de la ciudad y región en cuanto a las adicciones es igual a la de todo el país. “Por esta razón se hizo un llamado por la emergencia a las adicciones, eso sucede cuando hay epidemias y pandemias y eso demuestra la magnitud del problema”.
El coordinador de la pastoral de las adicciones fue contundente con sus dichos “cuando hay una epidemia implica que afecta a muchos, cuando es una pandemia es a todos. Desde los pueblos más chicos hasta lugares más grandes el problema es serio, la naturalización del consumo de alcohol nos ha sobrepasado y el consumo de la marihuana y la cocaína ha aumentado. La droga lo que ha hecho es romper el tejido social y por ello es tan serio el tema”.
Pérez manifestó que esta problemática no es responsabilidad de algunos, “porque nos afecta a todos y es la comunidad la que debe organizarse para dar una respuesta a la vida que está en juego. Buscamos centrarnos en la persona que está en crisis, el problema no es la droga”.
El sacerdote fue crítico en cuanto a la despenalización de la marihuana, “nadie quiere penalizar a nadie, menos a una persona en vulnerabilidad, pero a nivel pedagógico y a nivel social, significa que no hace nada y en los adolescentes ha bajado mucho la edad en el consumo de marihuana”.
El referente local en la lucha de adicciones señaló que desde la iglesia se acompañan a distintas agrupaciones que luchan contra la droga, “pero son respuestas parciales, es necesario que el Estado de una respuesta orgánica y organizada a largo plazo. La emergencia de las adicciones está dentro de la emergencia social por la gran crisis que atravesamos”.
Pérez apeló al trabajo mancomunado de las distintas instituciones sociales, “debemos dar una respuesta desde las escuelas, los clubes, parroquias, todas articuladas, que pongan en el centro a la persona y al proyecto de vida”.
Sedronar el año pasado dio estadísticas que, de acuerdo a lo manifestado por Pérez, son números preocupantes a nivel nacional, “en los últimos 7 años ha aumentado un 150% el consumo de cannabis entre adolescentes y 3 de cada 10 jóvenes entre 18 y 25 años han probado drogas ilegales. En nuestra ciudad hay estudios serios que manifiestan que más del 50% de los entrevistados comentan que en sus barrios venden drogas”.
Por último, enfatizó en la necesidad de volver hacia las personas con sus problemáticas, tratándolas desde su integridad.