Las ferias de hacienda de esa zona le dieron el nombre al barrio y hoy algunos de los vecinos del sector siguen trabajando en el rubro y conservan recuerdos de esa zona que estuvo poblada por corrales.

Jermán Cartelo, vive en Los Jagüeles 3300, y trabaja en las ferias que persisten en la zona, aunque al otro lado de la ruta, en inmediaciones de la Sociedad Rural.
 
Cuando era niño, su padre, que trabajaba en el Matadero, le contaba que la zona estuvo llena de corrales y que por la calle Unión de los Argentinos pasaba el ganado que era arriado desde los corrales hasta el matadero.
 
Jermán, un hombre de estatura baja, conocido en el barrio por su boina roja, dedicó toda su vida a la actividad rural como trabajador y así también proyecta su futuro, aunque los corrales estén un poco más lejos del barrio Las Ferias.
 
Jermán fue domador desde los 14 años. “Me gustaba. Hasta hace poco, después se quebró un caballo y no pude”, recordó. Su vida estuvo marcada por la dureza del trabajo: “Medio bravo, ir por el calor, el sol, cuando llueve no tenemos nada, tenemos que bajar a la intemperie. Frío en el invierno y cinco de la mañana ya estábamos lejos, a diez, 15 kilómetros.”

Su padre también trabajó en el matadero y en el campo. “Toda una vida vinculada con eso”, dice Jermán. Los recuerdos de la doma lo acompañan todavía: “Me gustaría volver".

Con una sonrisa resignada, confesó: “La feria me gusta, por eso estamos ahí, y calculo que moriré ahí, porque otra cosa ya no".