En una jornada a campo organizada por Aceitera General Deheza (AGD) en La Carlota, el ingeniero Martín Beaudeant, Gte. De producción de Chacra Servicios, una empresa de Bunge y Chevron , explicó el avance del proyecto Camelina en la región que busca producir biocombustible sustentable para la industria aeronáutica.
“Camelina es un proyecto que venimos desarrollando con Chacras Servicios desde el 2020, postpandemia. Es una oleaginosa de invierno de la familia de la colza, pero con diferencias agronómicas importantes”, dijo a Valor Agregado Agro el ingeniero Martín Beaudeant, durante la jornada realizada en la estancia El Manantial.
Una cobertura que deja renta
Beaudeant explicó que Camelina se adapta a los modelos de intensificación agrícola, aportando cobertura, carbono y biodiversidad sin competir con los cultivos de invierno tradicionales. “Todo lo que se hace de Camelina va para biocombustible de industria aeronáutica. La premisa es no competir con cultivos destinados al consumo humano o animal. Se puede sembrar como cultivo de cobertura, pero cosechándolo se obtiene además una renta”, destacó.
Contratos cerrados con garantía comercial
Chacras Servicios, cuyos propietarios son Bunge y la petrolera Chevron, ofrece al productor contratos cerrados y precios definidos desde la siembra. “Nos obligamos a comprar todo lo que el lote produzca. El productor sabe el precio al sembrar y tiene asegurada la venta. A su vez, está comprometido a entregarnos el producto. Es un esquema de seguridad total para ambas partes”, detalló Beaudeant.
Aportes agronómicos y ambientales
El ingeniero destacó que Camelina contribuye a mejorar la estructura del suelo y la sostenibilidad del sistema productivo. “Es un cultivo de raíces pivotantes que mejora la infiltración de agua y deja carbono en el suelo. Además, tiene un bajo consumo hídrico, compite con malezas y favorece la polinización, porque interactúa muy bien con las abejas”, explicó.
En cuanto al manejo, indicó que “es un cultivo sencillo, de siembra y cosecha similar a una pastura. Se puede cosechar con la misma plataforma de trigo, y el ciclo completo dura unos 120 días”.
Baja demanda de insumos y certificación ambiental
Camelina requiere poca fertilización y se maneja bajo estándares de sustentabilidad que permiten certificar su producción como materia prima para biocombustibles de aviación.
Un circuito que comienza en el campo y termina en el puerto
El grano se entrega en Rosario, y a los diez días el productor cobra su producción, cerrando un circuito logístico simple y transparente. “Estar en la siembra, el seguimiento y la cosecha es fundamental. Regulamos la máquina junto al productor y acompañamos todo el proceso hasta la entrega en puerto”, comentó el ingeniero.
Mirando hacia la campaña 2026“Ya estamos cosechando la campaña 2025, pero pensando en los lotes nuevos para 2026. Sembramos entre junio y julio, y cosechamos en noviembre. Invitamos a los productores interesados a contactarse con nosotros”, concluyó Beaudeant.