Jennifer Demarchi. Ing. Agrónoma miembro del Departamento de Agronomía de la BCCBA.
La campaña estival en Córdoba comenzó con señales positivas. De acuerdo con el último reporte elaborado por Jennifer Demarchi, ingeniera agrónoma del Departamento de Agronomía de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), el maíz y el girasol son los protagonistas de un arranque que supera las expectativas iniciales.
En octubre, la siembra de maíz mostró un ritmo superior al promedio histórico, impulsado por la adecuada humedad en los suelos luego de las lluvias registradas en septiembre. Estas precipitaciones resultaron claves para recargar los perfiles hídricos, especialmente en el sur provincial, donde las reservas de agua mejoraron de forma significativa.
Por su parte, el girasol también presenta un avance destacado, consolidando la tendencia de crecimiento que el cultivo viene mostrando en los últimos ciclos, sobre todo en las zonas del centro y norte de la provincia.
En materia sanitaria, el panorama se mantiene estable. La presencia de maíz guacho —que puede actuar como hospedante del vector de enfermedades— permanece bajo control, mientras que las poblaciones del insecto Dalbulus maidis, transmisor del complejo del achaparramiento del maíz, continúan en niveles bajos, según los datos de la Red Nacional de Monitoreos.
A medida que avanza la primavera, el norte cordobés comienza a mostrar cierta necesidad de nuevas precipitaciones, pero las condiciones generales siguen siendo favorables para el desarrollo de los cultivos estivales.
Desde la BCCBA recomiendan seguir de cerca la evolución climática y sanitaria en las próximas semanas, claves para consolidar un ciclo que, por ahora, se perfila con buenas perspectivas productivas para el maíz y el girasol en todo el territorio provincial.