El economista Gustavo Busso cuestionó la orientación económica del Gobierno argentino y, en particular, los acuerdos financieros con Estados Unidos. Según sostuvo, el swap con Estados Unidos no solo no soluciona los problemas de fondo del país, sino que profundiza su dependencia y erosiona su soberanía. “Argentina se está subordinando de forma colonial, le está entregando su geopolítica a Estados Unidos”, afirmó, al advertir que el país comenzó a “responder a los intereses de Estados Unidos y no a los de Argentina”.

Busso explicó que el actual modelo económico, sostenido en la toma de deuda y la especulación financiera, “no es deseable para la gran mayoría de la población, ni sostenible siquiera en el mediano plazo”.

En ese sentido, el economista recordó que la historia argentina demuestra los efectos negativos del endeudamiento externo. “Desde Rivadavia hasta ahora, siempre le ha ido entre mal y muy mal a la Argentina tomando deuda. No es ninguna buena noticia tomar un swap o deuda, al menos en nuestro caso”, expresó, y subrayó que el país repite viejos errores sin construir capacidad de repago.

Al comparar los acuerdos de intercambio con Estados Unidos y China, Busso marcó diferencias notables en materia geopolítica. Mientras que Estados Unidos busca “subordinar países y mantener un mundo unipolar subordinado a sus intereses”, China propone “inversión en infraestructura y acuerdos a mediano y largo plazo, sin definirte tu postura internacional”. Pese a aclarar que ninguna de las dos potencias actúa por altruismo, consideró que los vínculos con China ofrecen mayor margen de autonomía para Argentina y para el Mercosur.

“Los swaps con Estados Unidos son lapidarios y nos llevan a una mayor subordinación, a una continuidad del endeudamiento sin generar capacidad de repago”, insistió Busso. Para él, el problema no radica en que los líderes extranjeros defiendan sus propios intereses, sino en que los dirigentes locales no hagan lo mismo por el país. “El problema es que nuestro presidente se subordine a los intereses de Estados Unidos sin defender los de la producción, el trabajo y los recursos estratégicos de Argentina”, concluyó.

DE UNA