El 22 de septiembre marca una fecha significativa en el calendario de la salud: el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica, una jornada dedicada a concienciar sobre una enfermedad que, aunque de crecimiento lento, puede transformarse en un desafío clínico de gran complejidad.

La leucemia mieloide crónica (LMC), también conocida como leucemia mielógena crónica, es un tipo de cáncer que se origina en las células productoras de sangre de la médula ósea, según la American Cáncer Society.

 La fecha del 22 de septiembre fue escogida por su relación con la enfermedad, ya que son los cromosomas 22 y 9 los que producen la alteración de las células madres que se encuentran en la médula ósea, según la Fundación Vencer el Cáncer.

Constituye el 15-20% de los casos de leucemia en los adultos. En nuestro país, todos los años se diagnostican uno o dos casos nuevos por cada 100.000 habitantes.

Es una enfermedad difícil de diagnosticar. Esto es así porque 6 de cada 10 personas permanecen asintomáticas hasta el momento del diagnóstico, que suele producirse de manera casual, a través de un análisis de sangre.1

La LMC es un tipo de cáncer que es posible de mantener en su fase crónica durante muchos años gracias a la aparición de nuevos tratamientos. Precisamente por su carácter crónico, la adherencia al tratamiento es fundamental para controlar el desarrollo de la enfermedad.

Además, la LMC se desarrolla en tres fases:

Inicial o Crónica: Fácilmente controlable con inhibidores de la tirosín cinasa  (ITKs).
Acelerada: En la que empieza a ser difícil el control pero pudiendo ser revertida a crónica.
Blástica o Aguda:  En la que un 80 % se transforma en leucemia mieloide aguda y un 20 % en leucemia linfoide aguda.

Al ser diagnosticado/a con LMC es común sentir miedo, frustración, tristeza o rabia. A nivel emocional también es frecuente la irritabilidad, el desánimo, la dificultad para conciliar el sueño o la apatía. Pero tanto, si eres paciente como familiar de alguien con Leucemia Mieloide Crónica, no te preocupes, porque todas estas fases son normales y con el tiempo aceptarás la nueva realidad, adaptándote a las soluciones que te proponen los médicos.

Así pues, poder controlar y manejar bien una patología a nivel emocional y médico es muy importante estar informado y conocer datos sobre esta patología, así que si has sido diagnosticado/a con LMC no dudes en resolver todas tus dudas con tu médico o contactar con asociaciones dedicadas a esta patología, como es el caso de AELEMIC o AEAL.

El análisis del Dr Victor Bove, reconocido profesional del Instituto Medico Rio Cuarto.

Datos: Fuentes propias, Infobae y Web Novartis