El diputado nacional Daniel Arroyo en “DE UNA” se pronunció con firmeza sobre el veto presidencial a la ley de discapacidad, una norma que —según afirmó— fue aprobada con amplio consenso y que busca poner orden en un sistema hoy paralizado. “Yo no creo que se judicialice, porque no veo de qué manera se puede judicializar una ley que ha cumplido todos los procesos”, expresó.

Arroyo explicó que la ley fue aprobada “con dos tercios en la Cámara de Diputados y con dos tercios en el Senado” y criticó duramente la decisión del Ejecutivo de vetarla: “Absurdamente el gobierno la vetó, no voy a lograr entender nunca por qué razón vetó una ley que es de pura humanidad, de pura justicia, que no tiene impacto fiscal”.

El legislador enfatizó que, tras el veto, el Congreso volvió a insistir con la norma y logró una mayoría aún más contundente: “Conseguimos mucho más que dos tercios para rechazar el veto en ambas cámaras. La ley ya es ley”.

Arroyo detalló que la implementación está en manos del Ministerio de Salud y de la Agencia Nacional de Discapacidad, y describió la crítica situación actual del sector: “Hoy las personas no están accediendo ni a los medicamentos, ni al traslado, ni a las terapias. No están funcionando los hogares, los centros de dieta, todo colapsado”.

Sobre los pasos a seguir, fue categórico: “No es opcional, no es si a uno le parece. Tiene que ponerla en marcha la Agencia de Discapacidad”. Y agregó: “Hay que actualizar el nomenclador y empezar a funcionar la ley”.

Además, remarcó el contraste entre las necesidades de los trabajadores del sistema y los escándalos de corrupción: “Una acompañante terapéutica estaba reclamando ganar 200 pesos más por hora, mientras escuchábamos audios de 500 mil, 800 mil dólares. El contraste ha sido muy doloroso, realmente muy doloroso”.

Consultado por el impacto electoral de estos hechos, Arroyo señaló que el factor económico fue central: “El fenómeno que define este tiempo es el endeudamiento de la familia. Como todos tenemos costos fijos altos, no llegamos, nos endeudamos”. Y añadió: “Junto con eso, tenemos la sensación de un gobierno que va por todo, que no tiene límites, que no tiene un rasgo de humanidad, y eso se vio muy fuerte en el tema de discapacidad”.

Sobre el futuro del gobierno, fue claro: “Los gobiernos también se ven en las crisis. Ojalá la aproveche, porque la verdad es desesperante la situación de las familias en general, pero muy brutalmente de las personas con discapacidad y sus familias”.
 

Informe16