El caso de una joven que sufrió graves complicaciones puso el foco en esta cirugía. Cuáles son las recomendaciones de los médicos.
La ligadura tubaria es una intervención quirúrgica que busca prevenir embarazos de manera permanente. Consiste en obstruir o cortar las trompas de Falopio, lo que impide que el óvulo se encuentre con el espermatozoide.
El Ministerio de Salud de la Nación detalla que “después de la ligadura se sigue ovulando y menstruando como siempre y el placer sexual no cambia”.
Existen dos formas principales de realizarla:
- Por laparoscopía, al introducir una cámara y pequeños instrumentos para cauterizar o colocar anillos o clips en las trompas.
Durante una cesárea o poco después del parto, lo que aprovecha la apertura quirúrgica ya existente.
- Es una cirugía breve, de entre 30 y 60 minutos, que se hace con anestesia y, en general, requiere poco tiempo de recuperación. En condiciones normales, la persona puede retomar sus actividades habituales a las 48 o 72 horas, con seguimiento médico.
Qué puede fallar y qué tener en cuenta
Jorge Wetzel (M.N. 81.500), médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y presidente de la SACPER, explicó:
“No hay procedimiento sin riesgo. La clave está en la evaluación previa, la correcta indicación médica y las condiciones del lugar donde tiene lugar la operación. Si un organismo reacciona con una infección generalizada o una trombosis, el cuadro puede agravarse más allá de lo esperable”.
Si bien la ligadura tubaria tiene una tasa de éxito superior al 98% como método anticonceptivo, pueden producirse las siguientes complicaciones:
- Infecciones en la zona quirúrgica.
- Reacciones a la anestesia.
- Lesiones en órganos vecinos (como intestinos o vejiga).
- Trombosis o embolias, aunque son excepcionales.
Por eso es fundamental que antes de realizarla se firme un consentimiento informado, y que la persona reciba datos claros sobre:
- Alternativas anticonceptivas disponibles.
- Riesgos y beneficios de la cirugía.
- Posibilidades reales de reversión (que existen, pero con tasas bajas de éxito).