Desde la Municipalidad, el periodista Gabriel Martella le realizó una entrevista a el intendente de Río Cuarto, Guillermo de Rivas, realizó un balance de su primer año de gestión. Sin evadir temas sensibles como la inseguridad o la crisis económica, el jefe municipal destacó la necesidad de tomar decisiones difíciles, incluso cuando no hay condiciones favorables. “No buscamos excusas, ni echamos culpas”, afirmó.

En un contexto social y económico complejo, Guillermo de Rivas defendió su primer año al frente del municipio de Río Cuarto con un mensaje claro: “El peor costo político que se puede tener es no tomar decisiones”. Así lo expresó en una entrevista emitida por La Vuelta del Perro de LV16, en la que repasó los ejes de su gestión.

Aseguró que, pese a las dificultades, “no buscamos excusas ni le echamos la culpa a terceros”, y enfatizó el rol que debe tener el gobierno local: “Nuestra responsabilidad es ordenar hacia dentro del municipio y hacia afuera, tener una gran cercanía, una gran empatía con el territorio de nuestra ciudad, pero principalmente hacer y haber concretado, aún en este contexto”.

Inseguridad: uno de los mayores desafíos

Uno de los temas centrales de la entrevista fue la seguridad, problemática que el intendente reconoció como una de las más urgentes. “Es una de las principales demandas que tiene la ciudadanía en todo el país”, señaló.

Recordó que desde el inicio de su gestión hubo una decisión firme de enfrentar el problema: “Lo primero es no mirar para el costado”, sostuvo, y añadió: “Cada una de las problemáticas de la ciudad hay que asumirlas y estar adelante”.

De Rivas explicó que, si bien el municipio no tiene competencia directa en la represión del delito —que recae en la policía y el Poder Judicial—, sí tiene un rol clave en la prevención y la convivencia urbana. En ese sentido, destacó la implementación de programas como Ojos en Alerta, que ya cuenta con más de 10.000 personas adheridas, y una central de monitoreo con 418 cámaras operativas: “Muchos creían que las cámaras no funcionaban, pero están todas en funcionamiento y la central es modelo”, afirmó.

Trabajo articulado y decisión institucional

El intendente reconoció que al inicio de su gestión se encontró con un escenario adverso: “Me comí todo el garrón de la inseguridad”, dijo con crudeza. Sin embargo, valoró el cambio de actitud de las instituciones provinciales: “Con la nueva conducción de la Unidad Regional 9, la policía tomó el rol que necesitaba Río Cuarto”.

También destacó la mejora en la respuesta judicial: “La justicia tomó el rol que correspondía, y a partir de ahí se restablecieron los roles y responsabilidades”.

De Rivas insistió en que el enfoque no fue confrontativo sino de articulación: “Nunca echamos la culpa a otros. Nos pusimos a trabajar en conjunto”, afirmó. Y celebró el compromiso de los distintos sectores sociales: “Convocamos al Consejo Económico y Social, a la oposición, a todas las instituciones. Una mesa única a nivel provincial para tener un Río Cuarto más seguro”.

Un mensaje final con autocrítica y compromiso

Cerrando su balance, el intendente dejó en claro que los desafíos siguen: “La inseguridad va a seguir siendo un problema, y todos los días vamos a trabajar para ser mejores”. Subrayó también la importancia de no delegar responsabilidades ni esconderse detrás de las dificultades: “En una gestión, aún en lo más complejo, tenemos que tener los objetivos claros: ser mejores, más eficientes, y principalmente, estar a la altura de una ciudad como Río Cuarto”.