Washington se sumó directamente a la ofensiva de Israel en una arriesgada estrategia
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado que el ejército estadounidense atacó tres instalaciones nucleares en Irán, sumándose directamente al esfuerzo de Israel por desmantelar el programa nuclear del país, en una arriesgada estrategia para debilitar a un antiguo enemigo ante la amenaza de represalias de Teherán que podría desatar un conflicto regional más amplio.
La decisión de involucrar directamente a Estados Unidos se produce tras más de una semana de ataques israelíes contra Irán, que han buscado erradicar sistemáticamente las defensas aéreas y la capacidad de misiles ofensivos del país, además de dañar sus instalaciones de enriquecimiento nuclear.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses e israelíes han afirmado que los bombarderos furtivos estadounidenses y una bomba anti-búnker de 13.600 kilos, que solo ellos podían portar, ofrecían la mejor oportunidad de destruir emplazamientos fuertemente fortificados, vinculados al programa nuclear iraní y enterrados a gran profundidad.
El presidente norteamericano afirmó que se lanzaron bombas sobre Fordo, Natanz y Esfahan, conocidos por albergar actividades clave del programa nuclear iraní.
“Hemos completado nuestro muy exitoso ataque sobre los tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordo, Natanz y Esfahan. Todos los aviones están ahora fuera del espacio aéreo iraní”, escribió Trump. Además, afirmó que se lanzó “una carga completa de bombas” sobre Fordo y que las aeronaves ya están de regreso hacia Estados Unidos.