Tres grupos de iglesias católicas, una evangélica y una adventista asisten a diario a unas 80 personas que trabajan en las calles durante la noche o directamente están sin techo. La mayoría son personas jóvenes de género masculino con niños a cargo, comentó el sacerdote Carlos Juncos.

Expresó que la iniciativa surgió con la ayuda de una familia que aporta los alimentos y poco a poco fueron conociendo las necesidades, especialmente de jóvenes que pasan las noches a la interperie.

Son varias las personas que se acercan todos los viernes con alimentos. Además, entre los fieles de la parroquia reúnen fondos con los que le abonan a la cooperativa Codauquén más viandas para entregar a los necesitados. También algunos de los insumos los reciben desde el municipio.

“Salimos con más de 80 viandas y las terminamos a todas”, expresó y señaló que solo se puede cubrir algunos sectores de la ciudad.

“Queremos que aquellos que miran con corazón duro, puedan ablandarse. Son personas que también tienen deseos, memorias, frustraciones”, manifestó.