Martín Alegre es oriundo de Ranchos y ya hace 6 años que vive en el campo en Chascomús. Antes de eso vivió en La Plata, donde un accidente cambió el rumbo de su vida. Se fracturó las dos piernas y ambas muñecas. Y esa no fue la primera vez que tuvo que volver a empezar. Dialogó con "Es Un Montón" por Radio Río Cuarto. ESCUCHÁ EL AUDIO.
Martín Alegre nació en Ranchos, pasó parte de su vida en La Plata y actualmente reside en Chascomús. Es el menor de siete hermanos. Creció entre la separación de sus padres y una infancia áspera, marcada por el trabajo precoz, la falta de comida y una madurez forzada.
“Yo tenía 8 años, Valentín 10 y Sebastián 15. Nos cocinábamos, trabajábamos, estudiábamos. Todo así de chiquitos”, cuenta. Su madre se había mudado a La Plata con las cuatro hijas mujeres y ellos quedaron con el padre, hasta que pudieron juntar algo de dinero y tomarse un micro para reencontrarse con ella.
Pero ese primer giro importante en su vida no fue la salvación que Martín esperaba, su mamá era ama de casa y entre todos los hermanos trabajaban para colaborar. “Mi viejo nunca aportó nada. Nos arreglábamos todo a pulmón”.
Se fracturó las dos piernas y las dos muñecas cuando una camioneta lo embistió en pleno centro platense, su pareja en ese momento lo acompañó durante el proceso de recuperación aunque al poco tiempo, Martín se enteró que estaba siendo engañado y decidió separarse. Tenía 26 años y parecía que ya había vivido mil vidas.
Ya no podía hacer lo que le gustaba, estaba solo nuevamente y lo único que hacía era ir de su casa a trabajar y vuelta comer, dormir y arrancar de nuevo. “Me sentaba, dormía, comía y me acostaba. Era todo el día así”, recuerda con notable pesar. “Todo eso me llevó a algo tan triste que en un momento yo quise terminar con mi vida”, dice, sin rodeos.