Carlos Lanser, empresario feriero y rematador de hacienda estuvo en diálogo Informe16 y sostuvo que la ganadería volvió a ser más rentable que la soja, pero alertó sobre la falta de inversión en infraestructura y personal capacitado.
 
En la previa del remate de este miércoles, el consignatario Carlos Lanser brindó un diagnóstico sobre la situación ganadera actual: “Hoy conviene más la vaca que la soja, esa es la realidad de hoy”, afirmó y subrayó que el sector atraviesa un momento de precios firmes tras un largo período de retraso.
 
 “Estamos preparándonos para el remate del miércoles” y “el mercado con estos feriados, los campos con mucho pasto y poca hacienda para faena, está un poquito picante”, explicó Lanser. Explicó que “están entre 3.300 y 3.700 pesos, dependiendo del lote”.
 
Lanser detalló que los precios actuales representan un incremento importante respecto a fines del año pasado: “Entre diciembre y hoy aumentó entre un 50 y un 60%, porque era lo único que no había aumentado tras la inflación. La hacienda venía muy retrasada”, sostuvo.
 
Comentó que ese aumento ya se trasladó, en su mayoría, al consumidor: “Hace 10 o 15 días ya se ha trasladado a las carnicerías. En algunos casos lo absorbieron frigoríficos o asesores, pero ya está en góndola”. De todos modos, espera cierta estabilización: “Cuando pase esta racha de feriados y lluvias, los precios podrían amesetarse entre 3.200 y 3.500 pesos”.
 
En cuanto al estado del stock nacional, Lanser aportó datos preocupantes: “Según la última vacunación, se perdieron más de un millón de cabezas, pasamos de 55 a 53 millones”. Y explicó que la faena mensual ronda el millón de cabezas, un ritmo que compromete el futuro del rodeo.
 
“El 80% de la carne que se faena va a exportación, y el 70% de esa exportación va a China. Dependemos totalmente del mercado chino”, remarcó.

Por otro lado, el consumo interno también está en baja: “No sé si bajó más el consumo o si hay menos hacienda, pero a precios de 3.500 pesos la siguen llevando”, señaló.
 
Sobre las condiciones estructurales del sector, Lanser fue claro: “Falta un plan ganadero y gente idónea para trabajar con la vaca. Hay campos con años de abandono, sin aguadas, sin alambres. Después de 20 o 25 años de solo cosecha, quedó muy poco”.
 



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