117 damnificados por la constructora Márquez y Asociados se agrupan en Río Cuarto para reclamar ante la Justicia. Con el paso de los días y tras la detención de los cuatro hermanos, la cantidad de estafados crece en distintos puntos del país.
Los afectados que se reunirán son oriundos de la ciudad y de la zona. Algunos son oriundos de San Basilio, Sampacho, Las Higueras, Alejandro Roca, entre otras localidades.

 “La idea es conjugar esfuerzos”, dijo María Gabriela Palma, una de las damnificadas. Este jueves se realizará la reunión para definir una demanda colectiva. El encuentro será el jueves 17, a las 16 horas en Bolívar 642.

La acción colectiva les permite tener una letrada a cargo, quien también es damnificada. Se va a hacer una nota en donde se detallará las diferentes situaciones. Una vez firmada, se adjunta fotocopia del contrato y DNI de los titulares. Luego, lo presenta solo una persona.

Esto se puede hacer luego de recurrir a Defensoría del Consumidor y Defensoría del Ministerio público Fiscal, por lo que permite acelerar los plazos, ya que de manera particular se lentifica.

“Todo es incierto y va cambiando. Son días de impotencia”, aseguró. La idea es poder recuperar, aunque sea una mínima suma de lo abonado. El hecho de hacerlo de manera conjunta disminuye los costos de la defensa. “Me es imposible hacerlo particular”, expresó. Ya pagó un año y le quedaban dos años restantes. Viajó a Córdoba para contactar un abogado, quienes le advirtieron que deje de pagar.

Palma dijo que, en caso particular, desde noviembre del 2018 pagaba la casa a Márquez y Asociados. El contrato fue por una línea standard de 57 metros, en plan por cuotas. Además, fue entregando bienes, por ejemplo, un gimnasio, para saldar y obtener la casa lo antes posible. “Fui desprendiéndome de cosas para esto tan soñado”, dijo.

Especificó que dejó su vida para llegar al sueño de la casa propia, con el sueldo de docente. “Toda la vida alquilé. En mi jubilación merecía estar tranquila en mi lugar”.

Hasta inclusive, abonó estudios de suelo y trámites con el Colegio de Arquitectos. También reveló que pagó un seguro para el momento de la construcción. Si se constataba el robo de algún material, la empresa se encargaría de la reposición.

Relató que en varias ocasiones fue invitada a visualizar diferentes casas para demostrar la calidad de las viviendas. “Cuando veía, el material era tal cual como me aseguraban. Por eso seguía pagando”. En abril del año pasado viajó con los garantes para firmar el anexo 1, con Juan Pablo Márquez, quien hoy está detenido. Estaba aprobado el proyecto y el permiso para construir. “Las arquitectas fueron a ver el terreno para empezar”, detalló.

“El miedo era que mi mamá, hermano y sobrino, que eran mis garantes, tengan problemas”, dijo. “Soy una persona de fe y tengo esperanza” y agregó: “Si no sale me rearmo de nuevo y veo como sigo”.

Una vez que se tenia la llave en mano, se efectuaba el pago de la primera cuota. Aunque nunca se cumplió el comienzo de la vivienda, fue la primera promesa realizada. “Hace 2 años iban a empezar a construir. Se fue estirando, ponían excusas”, contó.

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