El profesor Juan Munt, secretario de investigación y extensión de la FCE UNRC y Julia Mazzone, estudiante de la Licenciatura en Economía explicaron sobre la charla brindada en el Instituto Técnico Santa María Teresa Goretti enfocada en "Economía conductual y experimental: aportes para la prevención de la ludopatía juvenil".
En un contexto donde los jóvenes están cada vez más expuestos a las apuestas online, un equipo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Río Cuarto se propuso abordar la problemática desde una perspectiva novedosa: la economía experimental. “Hoy los chicos tienen un casino en el celular”, advirtió el profesor Juan Munt, secretario de Investigación y Extensión, durante su participación en el programa Micrófono Abierto por Radio Río Cuarto.
La propuesta fue parte de la Semana de la Ciencia organizada por el Consejo Interuniversitario Nacional y tuvo como escenario el Instituto Técnico Goretti. Allí, Julia Mazzone, estudiante de quinto año de la Licenciatura en Economía y ayudante de cátedra en Microeconomía III, presentó parte de su investigación de tesis. “Estuvimos observando que es una problemática creciente en la ciudad; por ejemplo, encuestas revelan que el 12% de los adolescentes admiten haber apostado alguna vez en casinos virtuales”, señaló.
Desde su rol como futura economista, Julia explicó cómo la economía puede aportar a esta temática: “Uno por ahí piensa la ludopatía como algo más asociado a la psicología o lo pedagógico. Pero desde la economía experimental podemos estudiar cómo tomamos decisiones económicas y qué factores conductuales están implicados”.
El equipo aplicó experimentos ya probados en universidades europeas para medir tres aspectos clave: propensión al riesgo, preferencia por recompensas inmediatas y consideración de consecuencias futuras. “Lo que encontramos es que los adolescentes con consumo problemático de apuestas son más propensos al riesgo, prefieren recompensas inmediatas y no consideran mucho las consecuencias de sus actos”, detalló Mazzone.
Munt amplió el enfoque: “Generalmente la economía se pensaba como una ciencia observacional. Pero hoy existen laboratorios sociales donde, mediante incentivos, se puede estudiar cómo ciertos estímulos condicionan la conducta”. Según el docente, estos experimentos revelan cómo los casinos —especialmente los virtuales— aprovechan “nuestros atajos mentales” para fomentar conductas adictivas.
Durante la charla con los estudiantes del colegio Goretti, el equipo logró una dinámica participativa y enriquecedora. “Nos sorprendió que muchos ya entendían la lógica de funcionamiento de los casinos online. Algunos incluso propusieron ideas para políticas públicas, como incorporar carteles que adviertan las pérdidas acumuladas mientras se juega”, contó Julia. Y agregó: “Eso muestra que comprendieron el contexto y la gravedad del tema”.
Una de las grandes confusiones que buscaron despejar fue la diferencia entre jugar e invertir. “Hay un problema de categorías donde los chicos no distinguen que invertir requiere análisis, formación y estudios. Jugar, en cambio, es entregar el dinero al azar”, explicó Munt.
La charla dejó en claro que no hay una única solución, pero sí una urgencia: prevenir desde la información, la educación y la regulación. “La idea es empoderar a los chicos para que reconozcan qué los está estimulando y tomen decisiones conscientes”, concluyó Julia Mazzone.
La experiencia sirvió no solo como práctica educativa, sino también como una alerta sobre los riesgos del juego online y la importancia de abordarlo desde todas las disciplinas. Como bien dijo Munt: “No es lo mismo invertir que apostar. Y esa diferencia puede cambiar vidas”.