El 17 de julio de 2024, la joven Catalina Gutiérrez fue a buscar a Néstor Soto para ir a una reunión con amigos a la que nunca llegó. Su «amigo» la golpeó y la estranguló con intenciones de prender fuego el cadáver en el auto de la víctima para deshacerse del cuerpo y borrar evidencias. Ese mismo día, el asesino confesó el crimen porque «estaba enamorado» y quedó detenido de inmediato.

Desde el día posterior al asesinato hasta febrero del corriente año, se desarrolló un complejo proceso de investigación y con el apoyo de toda la población de Córdoba, de los medios y trabajadores de la justicia, finalmente Soto fue condenado a cadena perpetua por femicidio, un hecho que la familia de la víctima consideró «como el fin de un ciclo que les trajo algo de paz».

La Universidad Nacional de Córdoba recordará a la joven como símbolo de memoria contra la violencia de género en el Patio Norte del edificio de Ciudad Universitaria en un acto a desarrollarse a las 17 horas.

Fuentes propias y Radiofónica.