Desde hace 16 años pinto mujeres y siempre me preguntan ¿Por qué? Soy artista y creadora de La Felicidad Engorda y encuentro en las mujeres historias que inspiran, que merecen ser contadas a través de los colores. Pero la pregunta no es “por qué” es “¿Para qué?”.
Para contagiar a los demás cada sentimiento que hay los cuadros, para sentir empatía por otras mujeres que pasan por lo mismo, para acompañar, impulsar y motivar acciones que sigan lo que quiere el corazón. Pinto y escribo historias para que nos demos cuenta que lo que sentimos también lo sienten otras mujeres.
¿Qué mujeres me inspiran? Todas. Cada mujeres puede ser pintada, cada mujer tiene una historia que contar. Mi familia es grande y la mayoría son mujeres, mi abuela y el olorcito a ajo y perejil inspiran, verde, amarillo y el celeste de sus azulejos, las tortas de mi tía, rojo cereza y el blanco del merengue, mi mamá una gran periodista que lucho contra el cáncer inspiró muchos de mis cuadros representado universos de sueños y vida. Pero no solo las mujeres de mi familia inspiran una obra de arte, una amiga, mi suegra, la enfermera de la Neo, Antonia del comedor comunitario, una charla justo antes de empezar un cuadro, cada mujer, cada frase que me dicen, verlas trabajar, maternar, bailar, amar o cocinar es la inspiración que necesito antes de pintar.
Transformar las mujeres en colores y contarles sus historias es una pequeña forma de contagiar a las demás mujeres el deseo de seguir a su corazón. Que cada paso que den, cada cosita que hagan en su vida sea porque lo desearon desde su corazón, desde quedarse durmiendo la siesta hasta renunciar a su trabajo.
El cuadro de hoy lo pinté un 8 de marzo en un bar, hace algunos años. Se celebraba el día de la mujer y me imagine a todas las mujeres que conocí y conozco en mi vida, todas, todas y con ellas y sus mil colores pinté a una mujer de cuerpo entero llena de colores que se mimetizaban con el fondo. Y es que las mujeres al igual que el arte transforman el mundo. La tristeza se vuelve un mar azul, el dolor un cielo gris, la alegría en flores naranjas, los sueños cielos estrellados. Díganme si las mujeres no hacen lo mismo a su alrededor, si ellas no logran transformar el mundo en un lugar mejor.