Boca sufrió una dura derrota ante River por 0-2 en La Bombonera, por la séptima fecha de la Copa de la Liga, pero rápidamente deberá cambiar el chip y enfocarse a pleno en lo que será la vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores ante Palmeiras.
Luego de lo que fue el empate 0-0 de local ante el conjunto brasileño, el equipo dirigido por Jorge Almirón tuvo el incómodo compromiso de recibir ni más ni menos que al Millonario en su casa. A pesar de la derrota, tanto el plantel como los hinchas se encargaron de bajar el mensaje de que el resultado ante su clásico rival pasará a un segundo plano si se cumple el gran objetivo del año: pasar a la final de la Libertadores.
De cara a esta meta, el club azul y oro ya definió su metodología. Boca viajará a Brasil dos días antes del duelo copero. El martes, después de lo que será la práctica en Ezeiza, la delegación boquense viajará rumbo a San Pablo y desde el miércoles se entrenará en el Predio de Corinthians, clásico paulista del Verdao.
Tras caer frente al cuadro riverplatense, el vicepresidente e ídolo del club Juan Román Riquelme mantuvo una charla con los futbolistas, les manifestó su apoyo total y -tal como hizo el director técnico y los hinchas en las tribunas- fijó el objetivo de Boca, sin bajarle el precio a la derrota con River: pasar a la final de la Copa Libertadores 2023.