"Al no haber podido consumar el acceso carnal, y con el objeto de ocultar tanto el abuso sexual como la agresión física a la que había sometido a la adolescente y procurar su impunidad, evitando ser reconocido posteriormente por la víctima, a quien conocía, porque hacía aproximadamente diez años que vivían en el mismo edificio, el acusado decidió quitarle la vida. Para ello, con una mano le comprimió a la menor el cuello, mientras que con la otra la sofocaba obstruyéndole los orificios nasales y la boca, manteniendo este mecanismo de asfixia mixta hasta que la niña perdió la vida."

Así, el juez Javier Ríos describió cómo y por qué Jorge Mangeri, el portero del edificio de la calle Ravignani. habría decidido matar a Ángeles Rawson el 10 de junio pasado, presuntamente en el departamento del 8° piso.

En ese párrafo, que figura en la resolución de 70 páginas en la que se adecuó el procesamiento del único acusado por el homicidio de la adolescente, de 16 años, el magistrado expuso el móvil del asesinato y el mecanismo que utilizó el acusado para matar a Ángeles.

"El imputado Mangeri abusó sexualmente de la menor por su condición de mujer, aprovechándose de la edad de la niña -16 años- y de su superioridad física, mediando violencia de género", expresó el juez en el fallo dictado ayer.

La resolución del magistrado se conoció dos semanas después que la segunda junta médica que revisó el cuerpo de Ángeles concluyó que la joven fue víctima de un ataque sexual antes de ser asesinada y que durante casi cinco minutos se resistió con todas fuerzas a que Mangeri la violara y la matara.

A partir del informe elaborado por el grupo de diez científicos, el juez se encontró con un nuevo hecho: el ataque sexual.(lanación)