Que le apodaran el káiser de la moda no fue baladí. A tenor del periodista Alfons Kaiser, del Frankfurter Allgemeine Zeitung, Karl Lagerfeld tuvo un pasado nazi que influyó en su vida decisivamente. En su biografía Un alemán en París, se desvela que los padres del diseñador de Chanel se afiliaron al partido de Hitler, principalmente, porque el negocio familiar suministraba leche condensada al Tercer Reich.
Elisabeth, su madre, ex directora de ventas de una tienda en Hamburgo, escribió varias cartas mecanografiadas a su hermana alegando que se había unido al partido nazi porque Hitler había prometido a todo el mundo un refortalecimiento de Alemania tras las repercusiones de la Primera Guerra Mundial. Y su padre, Otto, un próspero empresario, quiso proteger su negocio.
Pero el Führer mintió a la sociedad porque su única ambición fue la de conquistar el mundo a costa de los judíos. Elisabeth se fue del partido en cuanto supo que deportaban a los judíos (la idea de los campos de exterminio no estaba extendida), pero su marido siguió afiliado entre 1933 y 1945 para evitar perjuicios a su empresa. Así lo hicieron otros grandes apellidos de la industria, como los Krupp o los Thyssen.
Lagerfeld intentó ocultar este pasado por miedo a represalias, pero el destino le tenía preparada una (des)agradable sorpresa cuando se convirtió en 1983 en el director creativo de Chanel. La casa la fundó Coco Chanel en los años 20, quien también tuvo un pasado negro porque tras la desclasificación de documentos del Ministerio de Defensa francés se hizo público que la afamada visionaria de las pasarelas colaboró con los alemanes. Pero su amigo Winston Churchill, entonces primer ministro británico, hizo todo lo posible para que siguiera con vida.

El diseñador y fotógrafo germano no lo tuvo nada fácil para hacer resurgir de sus cenizas a una marca que había quedado anticuada. Pero su gran olfato obró el milagro. Inès de la Fressange, una de las íntimas amigas de la princesa Carolina de Mónaco (fiel a la maison francesa) fue su musa en los años 80 y, en los 90, descubrió a Claudia Schiffer.
Lagerfeld falleció a los 85 años en febrero de 2019. Su look a base de trajes negros, gafas de sol, guantes que dejaban los dedos desnudos y su inconfundible cabello blanco recogido en una cola fueron sus grandes señas de identidad. Virginie Viard, su mano derecha y jefa del estudio, fue nombrada su sucesora.

El Mundo