El Kīlauea de Hawái es un volcán activo que ha entrado continuamente en erupción desde los años 80. Este verano se volvió más violento, destruyendo cientos de casas y expulsando lava a un ritmo de 40 kilómetros por hora. Fue lo suficiente para extender la isla 1,6 kilómetros más sobre el mar.
FOTOGRAFÍA DE MICHAEL PEREA