Lady Gaga
deslumbró en el estadio del Super Bowl con una actuación vibrante y como siempre polémica por sus críticas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El show contó con juegos pirotécnicos y hasta 300 drones que dibujaron la bandera estadounidense en una parte del espectáculo que tuvo que grabarse antes del evento para cumplir con las reglas gubernamentales sobre aviones no tripulados.
Según trascendió, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) invirtió 10 millones de dólares, convirtiéndolo en el más caro de la historia de la competencia. Vale recalcar que ese dinero corresponde solamente al montaje del espectáculo, ya que los artistas que se presentan en el Super Bowl no cobran nada.