El cantante mexicano fue denunciado por otra estrella, Alejandro Fernández
La proyectada gira entre Alejandro Fernández y Luis Miguel iba a ser la sensación de 2016, pero terminó en los tribunales y se convirtió en una feroz y millonaria disputa entre dos de las figuras más cotizadas de la música mexicana.
"Alejandro Fernández y Luis Miguel, en pie de guerra", tituló en portada la edición mexicana más reciente de la revista española Hola.
El representante de Fernández presentó a fines de enero una querella contra Luis Miguel, y la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México citó a este último a declarar el pasado 25 de enero.
Fuentes de la fiscalía señalaron que el intérprete de "La incondicional" recibió casi cinco millones de dólares de Fernández para organizar el tour, negociado el año pasado pero frustrado porque ninguno de los dos pudo ponerse de acuerdo en las fechas y lugares para realizarlo. Ahora, reclama su reintegro.
Luis Miguel y su abogado fueron llamados a comparecer ante el ministerio público en la ciudad de México, pero ninguno asistió con el pretexto de que el domicilio donde se les envió el citatorio era incorrecto, por lo que sólo estuvo presente el representante legal de Fernández.
El citatorio estaba dirigido a Luis Miguel Gallego Basteri, el nombre real de Luis Miguel, que enfrenta actualmente una seria crisis financiera y cuya imagen se encuentra por el suelo tras la cancelación, en meses pasados, de varios conciertos debido a un problema en el oído.
La fiscalía señaló que emitirá al menos otros dos citatorios, que si son desatendidos, obligarán a girar una orden de detención en su contra.