La reina Isabel II de Inglaterra festeja Navidad como cada año en familia en Sandringham, en Norfolk y esta vez tuvo una invitada especial. En la fiesta está la actriz estadounidense Meghan Markle, que va a contraer matrimonio en mayo de 2018 con el príncipe Harry, nieto de la reina.

Esta mañana la familia real participa de la tradicional misa en la capilla Santa María Magdalena. Al llegar, la prometida del príncipe Enrique sonrió y saludó brevemente con la mano camino de la iglesia, en su primera aparición pública con la reina. Muchos simpatizantes llevaron flores para entregar a la familia real tras el servicio.

La reina llegó acompañada por su esposo, el príncipe Felipe, y familiares cercanos como su nieto el príncipe Guillermo y su esposa, Catalina, que se espera dé a luz al tercer hijo de la pareja en primavera.

Isabel tenía previsto aprovechar su mensaje anual de Navidad para rendir homenaje a la forma en la que las ciudades de Londres y Manchester se recuperaron tras sufrir ataques extremistas este año.

Las declaraciones de la monarca de 91 años grabadas de antemano serán transmitidas el 25 de diciembre en el Reino Unido y a otros 51 países de la mancomunidad británica.

Según extractos difundidos por el palacio de Buckingham, Isabel II elogió las "poderosas identidades" de Manchester, que sufrió un atentado suicida en mayo, y Londres, que registró ataques al Parlamento, el Puente de Londres y otros lugares emblemáticos.

El casamiento entre el príncipe y la estadounidense será el 19 de mayo en el castillo de Windsor. En noviembre ambos anunciaron su compromiso. En un comunicado a fines de ese mes se señaló que la boda se celebraría en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y que la familia real se haría cargo de los gastos de la celebración. Con esta boda, Markle se convertirá en la primera miembro mestiza de la Casa Real británica.

Con información de AFP