Fue una victoria impactante que trajo además la alegría de la justicia para Nino, quien en abril de este año en Verona (Nueva York) fue despojado de un legítimo triunfo ante Michael Pérez.

De antemano se sabía que el pleito ante Cano iba a ser difícil y al todo o nada. Era el despegue o el destierro definitivo de López en las grandes carteleras. Además el primer asalto fue muy duro y dominado por el mexicano, cuya presión fue constante frente al depurado boxeo de Nino, quien sin embargo terminó cortado en su ceja izquierda, producto de un derechazo del azteca.

Más allá de la contingencia desfavorable, el de Arribeños había aplicado buenos golpes y ensayado la maniobra que, a la postre, fue la decisiva y que explotó en la cabeza de Cano en el sensacional segundo round.

Una derecha voleada tremenda, seguida de un gancho zurdo al mentón, pusieron en la lona al ex monarca ecuménico, quien muy mareado se puso de pie y así escuchó la cuenta de diez del referee, que lo sacó de pelea pese al tibio ensayo de protesta del perdedor.

"Estoy muy contento por la victoria y porque el golpe final lo ensayamos bastante con Joel Díaz en el gimnasio", dijo un feliz Nino luego de la pelea.
Y agregó: " fue un triunfo muy importante y que refleja el esfuerzo que vengo haciendo en los últimos meses.
López deja su marca ahora en 33-2-1, 18 KO, mientras que Cano cae a 30-7-1, 21 KO).