Estudiantes y Atenas volvieron a demostrar que el clásico está muy arraigado en el alma futbolera de Río Cuarto. Más de 6000 personas colmaron el Ciudad de Río Cuarto para volver a vivir un nuevo enfrentamiento que en lo deportivo quedaron en deuda. El color, la pasión, la convocatoria superaron por lejos lo que los protagonistas devolvieron en el terreno de juego. Será un partido que se borrará rápidamente, un 0 a 0 que prácticamente no tuvo emociones.

Fue Atenas el que terminó más conforme de los dos, ya que desde los 20 minutos del primer tiempo Matías Ramos expulsó a Matías Oyola por doble amarilla y hasta el final jugó con uno menos ante líder y candidato para quedarse con la zona. Estudiantes no supo ni pudo jugar con esa ventaja. Permanentemente equivocó los caminos y perdió con la solidez defensiva de Atenas que a medida que fueron pasando los minutos se fue aferrando al punto.